07 enero 2008

Sin palabras...

Cuando comencé a escribir con regularidad lo hice en un diario, un cuaderno de papel, que había tenido durante varios años guardado con el propósito de convertirlo en mi diario, sin embargo el tiempo pasó y no tuve algo en particular que escribir. Creo mi vida transcurrió en automático durante un par de décadas, aunque tomé decisiones trascendentes (elegir escuelas, carrera, etc.), creo las primeras y más trascendentes decisiones las tomé entre los 20 y 21 años, cambiarme de carrera (de ingeniería a economía) e iniciar a vivir por mi cuenta (cuando cumplí 21 exactamente inicié empecé a vivir en San Pedro de los Pinos).

Fue a partir de ese momento que tuve la necesidad de ordenar mis ideas en papel, la escritura resultó un buen ejercicio de introspección, releer mis apuntes fue un modo de aprender y redefinir mi pasado, de llevar un seguimiento de mi “evolución” y así también tener una constancia de lo que había sido, para después reinterpretar mi pasado y darle un sentido a mi presente.

El inicio del este blog fue un ejercicio paralelo, tanto de expresión personal como de introspección, muy al principio lo compartí con muy pocas personas, pero paulatinamente me abrí y abrí este espacio a tanta gente como pudiera interesarse, sin embargo no han sido tantos ni tan interactivos como me hubiera gustado. Con forme el tiempo pasó quise combinar mis distintas facetas, escribiendo sobre más de un tema (principalmente económicos y políticos) sin embargo mis artículos más “exitosos” fueron los personales.

En los últimos meses mi ritmo de aportaciones ha disminuido, pretextos hay muchos, pero la realidad es que me he quedado sin palabras; principalmente porque mis principales dudas en mi tercera década de vida están resueltas, al menos por el momento. Sé lo que quiero en algunos de los aspectos más importantes y otros que durante mucho tiempo me torturaron ahora no me causan mayor angustia. Creo mi personalidad, ideales, principios y creencias están suficientemente definidos como para proporcionarme un marco de referencia sólido para avanzar sabiendo a donde quiero llegar, así que mis temas ya no son los mismos y de momento no he descubierto nuevas inquietudes (salvo las profesionales) que quiera exteriorizar con la cotidianeidad que lo solía hacer.

Esto no quiere decir que ya no piense aportar a este blog, simplemente estoy tratando de madurar una nueva pluma que me dé un mínimo de satisfacción para salir al mundo y decir las nuevas cosas que tengo en la cabeza.

Gracias.