19 noviembre 2005

La evasión

La apabullante realidad se presenta de modo cotidiano ante nuestros ojos, la imperiosa necesidad de subsistir, a pesar de la razón, nos obliga a buscar los satisfactores necesarios: comida, vestido y vivienda; luego satisfecho esto quedamos obligados al ocio. Hay distintas teorías sobre el desarrollo del ser social del hombre, del porque la inteligencia humana ha sobresalido entre la de los demás seres vivos, pero no importa cual sea el modo, la razón o el fin. La realidad es que no lo sabemos, sólo nos queda la fe y la esperanza de creer que existe una razón para la vida y aún peor, para vivir.

Esos instantes en los que el hombre se encuentra solo consigo mismo, en los que puede escuchar su pensamiento, en los que el silencio abruma la mente y sólo queda pensar, pensar... ¿en que? En lo irremediable, en la existencia; en el sentido y los fines de las acciones, de las cosas y del instinto, ya saciada el hambre sólo queda esperar a que se vuelva a sufrir para volverla a saciar, ya cubiertos del frío sólo basta esperar el verano y preocuparnos nuevamente por el invierno, ya encontrada la casa se necesita de nueva cuenta mantenerla en buen estado.

Marxistamente hablando, ya satisfecha una necesidad sólo queda el esperar el sufrir la siguiente para saciarla. Necesidad tras necesidad, día tras día, momento tras momento encontramos una nueva manera de evadirnos del buscar una respuesta concreta, certera y definitiva a nuestra existencia. La evasión sólo constituye el mecanismo que lleva a la acción y nos aleja del silencio de la mente, del espíritu curioso de si mismo y de la falsa esperanza de que un dios nos conceda gracia eterna en la siguiente vida. Los placeres sensitivos inundan la mente de sensaciones que nos evaden de la búsqueda de la respuesta. Los placeres estéticos supuestamente engrandecen el alma, pero la contemplación no basta para saciar nuestra máquina devoradora de miedos e interrogantes que es la mente humana.

La mediocridad y el conformismo no son sinónimos de satisfacción, aquel que hace consiente su mediocridad y en ella intenta ser feliz sin superarla sólo justifica su falta de voluntad para encontrar los activadores internos que lo lleven a crecer, a crear y a seguir. No es la vaga idea del progreso en la que más y mejor significan pleno, no, no es el perfeccionamiento lo que lleva a la vanidad, sino al contrario.

Sólo nos queda la idea de la trascendencia, pero no hacia a fuera, sino hacia adentro, el íntimo sentido de satisfacción personal al haber vencido el vicio interno de la evasión y el miedo, de la incertidumbre, la trascendencia histórica es finita, tal vez un par de épocas, de milenios según haya sido nuestro logro, permaneceremos en la memoria de nuestros congéneres, pero de ahí, sólo la nada, el vació infinito que contiene al universo, la fría muerte de la lápida o la urna, el momento final en que nada de lo hecho permanecerá, nada de lo escrito será vuelto a leer y nada de lo pensado tendrá validez, sólo el olvido. La trascendencia será un instante en la eternidad, tan breve como el último suspiro.

La nada, el vació y la nulidad de la efímera existencia, nada más que el silencio, no hay ilustres en la eternidad, no hay sabios en el universo, no hay vida más allá de la nuestra, sólo queda el silencio que abruma una mente más que se intriga en buscar la respuesta a la eterna pregunta que carcome el íntimo espíritu humano ¿cómo y para qué vivir?

08 noviembre 2005

La sesentona

El placer que produce la apreciación estética de la belleza es per se objetable, tal vez exista una percepción naturalista sobre la belleza, de lo agradable, de lo hermoso por si mismo; pero por otra parte también existe una visión “escolar” (que se forma en alguna escuela del pensamiento) donde lo bello se logra apreciar después de un proceso de aprendizaje y entrenamiento que prepara para la degustación de las expresiones y productos tanto humanos como naturales que potencialmente son bellos.

En la postura naturalista, todo lo humanamente aprovechable y proveedor de placer puede ser bello, bella es una fruta dulce que alimenta, bella es la laguna que alimenta y refresca, bella es una mujer joven y fértil que puede proveer hijos. Y en ese mismo tenor una alimaña ponzoñosa es repulsiva, un individuo físicamente desfigurado por nacimiento o por accidente que atente contra la permanencia de una especie sana también lo es. En la visión “escolar” un araña es bella por su configuración física, por sus habilidades y por la potencia de su veneno, una erupción volcánica es bella aun cuando la lava destruye pueblos enteros y mate gente.

Todo es cuestión de apreciación, es decir de un aprendizaje social o individual, la música "clásica" se aprende a distinguir apreciando los compases, las melodías y las armonías e igualmente la habilidad de los ejecutantes. A diferencia de la música tribal, donde los ritmos de tambores incitan a la violencia, a la pasión sexual y a la alegría por ser replicantes de sonidos y ritmos propios del cuerpo que no necesitan de interpretación alguna para distinguir el ánimo que desean proyectar, pues simplemente se sienten.

Entonces, en estas distinciones (la naturalista y la escolar) se puede analizar que el homicidio per se es aberrante y estéticamente desagradable en una visión naturalista, pues va en contra de la vida misma y del género, ello lo hace moral y socialmente reprobable. Pero ¿cabe la visión escolar donde dicho acto pueda ser estéticamente apreciable? por ejemplo la cacería ¿es estéticamente bella o repulsiva? Cuando es "deportiva" (es decir no cuando se caza por necesidad de sostenimiento de la vida) se realizar para disfrutar: la potencia del acecho sobre la presa, el predecir su comportamiento, el tenderle una trampa y el usar el arma correcta para que de modo certero su vida culmine por el acto propio. Claro que es estético "el arte de matar", pues la complejidad y sofisticación del acto es equiparable con el ejecutar una pieza maestra con perfección y maestría, es decir, todos pueden matar salvajemente a una presa o en defensa propia, todos pueden poner las manos sobre el piano e intentar ejecutar una pieza, pero muy pocos son virtuosos del instrumento y logran deleitar el oído con ello.

Luego sucede que un asesino serial puede desarrollar maestría en el arte de matar, sofisticar habilidades, usar herramientas, predecir movimientos y analizar comportamientos, sistematizar técnicas de muerte y de reducción de la evidencia, degustar la crueldad e imponerse metas y objetivos a superar, jugar contra el sistema de justicia y evitar ser descubierto, vivir vidas paralelas y nunca ser capturado. ¿¡Acaso no hay arte y sofisticación en ello!? El peor de los asesinos en una visión escolar ¿puede ser el mayor de los artistas? Yo creo que si, Hannibal Lecter, Jack el Destripador, el Mata Viejitas, (no importa si son ficticios o reales), etc., son artistas; al igual que los grandes toreros, como Silverio Pérez, Manolete, etc. que sofistican el arte de matar, que asedian a un animal que si bien no es indefenso y es perfectamente sano, no es equiparable en inteligencia al hombre. La fiesta brava es bella, porque sofistica una habilidad humana perversa, la de matar estéticamente. Si, si hay arte en el vestido de luces, en las habilidades del matador, en la potencia de los rejoneadores y de los picadores, en el sostenimiento e inversión en capital y trabajo para lograr tener una presa digna de ser matada, pues no tiene sentido matar a un becerro sin astas y debilucho; ¡no!, el reto es matar a un toro de lidia, harto bravo, fuerte e incluso más sano que cualquier humano, ese es el reto, ahí está la sofisticación ello es parte del arte y en efecto no cualquiera puede hacerlo; muchos han muerto en el intento y pocos se llevan sus medallas, sus rabos y sus orejas. Incluso pensando que el objetivo primordial no fuese el matar al toro, todo el proceso de la lidia es tortuoso para el animal.

Igualmente los asesinos más sofisticados conservan sus trofeos, orejas, narices, cabelleras o el cadáver completo en el sótano de una casa vieja, como cazador que trae del Africa una cabeza de león, un colmillo de elefante o el torero que conserva el rabo y las orejas, junto con la ovación de quienes gustosa y deleitantemente aprecian la estética de tan asombrosa arte que atenta contra la vida y que cuya estética es tan sofisticada como la de cualquier gran homicida.

Se han cumplido sesenta años de la inauguración de la Monumental Plaza México, donde han muerto miles de toros en un arte aberrantemente estético y donde algunos que han carecido de maestría han muerto como los asesinos que han sido atrapados, en una humillación pública al ser muertos (o atrapados) por su presa a causa de sus errores y falta de habilidad. Hoy cabe la pregunta, ¿se tiene como sociedad la calidad moral de reprobar a un gran asesino serial cuando se aplaude a un gran torero?

Aclaro que no es lo mismo un homicida que mata al calor de la embriagues o de la furia de los celos o de la humillación; tampoco aquel que mata por accidente o por violencia de algún tipo de baja pasión, sólo aquel que mata con arte y maestría es equiparable con aquel que torea con arte, pues no es lo mismo cundir a un cachorro a palos o matar a pedradas a un pájaro; que torear a un gran toro de lidia. Sólo hablo de la muerte sofisticada: de aquella que necesita escuela, tiempo y virtuosismo para ser ejecutada, aquella que necesita de un fino paladar para ser degustada. Aquella que los grandes intelectuales y opinólogos juzgan como bella, porque lo es, pero lo es desde el extremo opuesto a lo natural, lo es porque es en extremo cruel, aberrante y sofisticado. Una gran aberración, una gran erupción, un gran santuario a la muerte, el más potente veneno, todos ellos son tan bellos como el nacimiento de un ser hermoso, como la más hermosa flor, como el mejor de todos lo vinos o la mayor de la obras arquitectónicas.

¿La sesentona, un altar a la muerte o un espacio de arte?


16 octubre 2005

La obesidad

Alguna vez ya escribí sobre este tema y es porque en particular me preocupa, ya que mucha de mi gente más querida es obesa.

No es que yo exagere o que sienta tener algún grado de superioridad moral por haber vencido la obesidad y hasta el momento seguir manteniendo una figura esbelta; tampoco es porque crea que ser delgado es una cuestión meramente estética o de vanidad, sino que la obesidad es una enfermedad terminal, que al igual que el cáncer, la diabetes y el SIDA lleva a una muerte lenta, dolorosa, miserable e indigna.

En mi experiencia personal la obesidad se relaciona con un problema de auto estima, con un desorden alimenticio generalizado que en mi vida ha migrado desde la vigorexia, a la glotonería y luego a la anorexia, trastornos que padecí entre los 16 y los 23 años. La obesidad en particular obedece a varios factores, entre ellos: la ansiedad, el estrés y la falta de autoestima.

La comida es vital para la vida, por ello ingerirla produce placer, comer grasas, proteínas y en particular azúcares produce un placer adictivo dado que el cerebro está configurado para compensar con endorfinas la ingesta de cualquier alimento que los contenga. Desde que somos seres vivos hemos logrado sobrevivir a través de consumir estos alimentos, lo cual nos lleva a luchar intensamente por obtenerlos.

Sin embargo el exceso de alimento genera una sobre acumulación de energía en forma de grasa, que al nunca ser requerida en suficiente cuantía, dado que -en general- las hambrunas no son comunes; produce problemas de salud graves como: hipertensión, diabetes e incluso cáncer (recientes estudios relacionan a la obesidad con el cáncer); eso sin contar la disminución en la calidad de la vida sexual, rendimiento intelectual, etc. La obesidad es una enfermedad degenerativa que causa la muerte anticipada.

Hay casos de obesidad causados por problemas endocrinos, pero en general la obesidad es un problema de hábitos alimenticios, pues basta con saber que menos del 0.1% de la población mundial tiene problemas endocrinos y en el caso de México 55% de las mujeres y 45% de los hombres son gordos u obesos. El sobre peso no es una cuestión relativa, sino absoluta, pues en mi experiencia muchas veces uno se compara con aquellas personas que tienen más de 30kg de sobre peso y entonces uno piensa que los quince de más que tengo no me hacen gordo, para fines prácticos basta tener un poco de grasa abdominal lo suficientemente extensa como para formar una lonja visible a simple vista que denota sobrepeso.

El obeso es un caso extremo de gordura, el cual se caracteriza por más de un 15% de sobrepeso, es decir la obesidad es pesar 80kg cuando se debe pesar 70kg. Actualmente existen distintas posiciones ideológicas respecto a la obesidad, una es el "aceptarse" como gordo y feliz, lo cual es un grave error, pues ello es equivalente a decir "si, soy alcohólico y que". Otra que equivale a decir también los gordos son bellos, pero repito no es una cuestión de estética sino de salud, sin embargo cualquier persona saludable es atractiva en general. No existen enfermos guapos o atractivos, pues aún cuando sean modelos de pasarela pueden ser repulsivos si están enfermos, incluso cuando despiertan compasión. Un obeso es tan repulsivo como una persona con cáncer en la piel o un diabético con aroma a vinagre; igualmente repulsiva lo es una anoréxica o bulímica con apariencia de muerto.

La obesidad no debe ser aceptada, debe ser combatida y, por más que nos acostumbremos a ver gordos, fumadores y alcohólicos no debemos considerarlos como un sexy fumador, un borracho alegre o un gordito lindo; muy al contrario. Cuando yo era obeso perdí toda noción de mi físico, me veía al espejo y decía: "delgado no soy, pero obeso... tampoco, si acaso estaré algo pasado de peso"; sin embargo llegue a pesar 95kg, lo cual me calificaba como un obeso del tipo 1, dado que como máximo debo pesar 75kg. Incluso llegue a pensar que ser gordo era equivalente a ser feliz y de igual modo que estando gordo le era más atractivo a las mujeres. Pero todo lo contrario.

La obesidad disminuyó mi calidad de vida, mi rendimiento físico, mi rendimiento intelectual. Mi vida en general se convirtió en un proceso de comer compulsivamente y desordenadamente, cinco comidas al día, 2.5 litros de coca-cola al día, nunca dije, gracias ya fue suficiente e incluso me disgustaba con mi madre cuando me servia porciones suficientes más no excesivas. Tres bisteces, doce tortillas, un aguacate entero y un litro de leche al día, más el refresco, las golosinas, el pan dulce, etc.

Hubo un día clave en mi vida, pues aún cuando una vez ya había bajado de peso, fue más por anorexia que por salud, ese día en particular me vi al espejo, me observé con cuidado, me miraba en varios ángulos, veía mi cara, mi cuerpo, la descomunal panza y la papada, ese día me di vergüenza de mi mismo, sentí repulsión de mi estado, me sentí gordo, feo, casi lisiado. Ese día decidí cambiar y empezar una nueva vida, hacerlo bien, no matándome de hambre sino comiendo saludablemente, dejando la comida chatarra, cero refresco, cero golosinas, cero papas fritas y dulces.

Decidí dejar la coca-cola, que marca para mi la adicción más severa que he padecido; para hacer referencia a ello una amiga que no había visto hace cinco años me dijo, "¡¿apoco ya no tomas coca-cola?! yo no te concebía sin una coca-cola en la mano, siempre estabas tomándola a toda hora" y es cierto, casi siempre era lo primero que consumía al despertarme, lo que bebía en vez de agua y con lo que acompañaba todos mis alimentos.

Dejar la coca-cola fue un proceso de 15 meses muy difíciles pues no dejaba de desearla, soñaba que la bebía y aún cuando mi cuerpo dejó de necesitarla mi mente se cuestionaba si ahora que ya no era adicto podía consumirla moderadamente, hasta un día que decidí jamás volver a beberla, pues no la quería, no la necesitaba y además ya no me gustaba ese sabor (extrañamente ahora el simple hecho de pensar beberla me produce asco).

Dejar el refresco sólo fue el primer paso, luego vino dejar de comer en exceso, conformarme con porciones moderadas, un bistec en vez de cinco tres tortillas en vez de doce, un cuarto de aguacate al día en vez de uno y cero leche en vez de mi habitual litro. El proceso duró desde septiembre del 2003 hasta diciembre de 2004 en que baje 17.5kg para pesar 75kg que es mi peso promedio máximo, pues mi ideal es 72.5kg.

Debo decir que mantenerme en 75kg ha sido una prueba de disciplina férrea, la tentación existe, cada día debe vencer la gula, el antojo y comer saludablemente, ahora, nadie que me haya visto más de dos veces me concibe sin una botella de agua simple en la mano, bebo mínimo tres litros al día.

Vencer el sobre peso no es un reto inalcanzable, es un deber personal, es un compromiso con la vida, no se puede rechazar el aborto, la eutanasia, la pena de muerte, el suicidio e incluso el homicidio y la tortura mientras uno mismo se aniquila en el sobre peso, la nicotina, el alcohol o alguna otra droga.

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28 septiembre 2005

El superhombre

Al igual que el éxito, la mediocridad es también un estado interior. Para aquellos que en algún momento hayan practicado un deporte sabrán que existe un muro que los detiene de avanzar más, más rápido, más alto, más lejos. Ese muro es más un bloqueo mental de aquello que uno se siente preparado para lograr, que un límite de lo que el cuerpo mismo resiste. Es la barrera psicológica es agotamiento mental más que físico.

El punto es; que esa barrera nos es íntimamente perceptible, pues aun cuando se haya logrado un record olímpico ese éxito externo tal vez sea un fracaso en lo personal; pues si alguien debe estar conciente de cual es nuestro propio límite somos nosotros mismos, el fracaso no es fallar en una tarea o labor específica, sino fallarnos a nosotros mismos en aquello que nos sabemos capaces de realizar.

Un ejemplo podría ser Carlos Slim, un hombre de "éxito" social y al parecer también en lo íntimamente personal; pero supongamos que aun teniendo todos esos logros, cuando llega la noche y apaga la luz, se hace el silencio y justo antes de cerrar los ojos para conciliar el sueño siente algo que lo incomoda en el fondo de su ser, se da cuenta que ha fracasado, que es un mediocre, que no ha ido más allá de su límite psicológico y que para colmo ha pasado la vida haciendo dinero y dinero porque se enajenó en ello para no pensar en si mismo, para no superar su propios miedos y vicios, porque no se atrevió a vivir como él quería y vivió como la tradición familiar le impuso. Eso sólo lo sabe él.

En la cotidianeidad es común encontrar ese tipo de gente, aquellos que tuvieron tanto miedo de enfrentarse a sus propios demonios que se fugaron de la realidad en el trabajo, el vicio o el enajenamiento. Aquellos que suelen ser jefes de un departamento y que tratan con altanería a sus subalternos, aquellos que porque tienen dinero son pedantes y soberbios y aquellos que son eruditos en una materia y tratan como pendejos a todos los demás. Esos son fracasados, son gente que saben que lo único que tienen en la vida es su trabajo, su dinero o sus títulos colgados en la pared; son los cobardes que no se atrevieron a vencer sus miedos e inseguridades, que se alejaron de su realidad y la enterraron en un vicio en particular.

La vida sin mediocridad es harto difícil, pues involucra luchar contra las grandes debilidades del hombre, significa apreciar más la trascendencia que el placer inmediato, en cierto sentido los hombres excepcionales son unos reprimidos, porque ponderan más el largo plazo y se privan de lo inmediato con tal de lograr su propia meta para después superarla.

El placer es la parte más animalezca del ser del hombre, es gracias a la función placer-displacer que el hombre ha logrado la supervivencia y la conservación de la especie. Pero la búsqueda del placer por el placer mismo es viciosa, pues es vicio sucede cuando se pondera el placer físico sobre el gozo espiritual. Un trago de alcohol, una bocanada de humo, el intenso sabor y olor de la comida, el orgasmo, todos esos placeres son casi inmediatos, pero el gozo; eso toma mucho en suceder.

El gozo en primera instancia es una acto superior de conciencia, es la sublime percepción de saber que lo que uno hace está bien hecho, está fundamentado en un principio de vida y tiene un fin específico; el gozo no es una vida alejada de los placeres corporales, pero es la variación entre el burdo placer y la exquisitez. La exquisitez es un acto de razón, es la apreciación de lo estético dentro de lo cotidiano, pues ¿acaso hay algo más cotidiano que el comer, que el fornicar? Son actos indispensables, pero la diferencia entre la practica del virtuosismo estético en búsqueda del gozo está en función de la moderación, de la renuncia a placeres goloso y la exclusión de las adiciones. Pues si bien se puede encontrar lo estético en el fumar, es más que conocido que es nocivo para la salud; al igual que el sexo orgiástico, la glotonería y demás actos que van en contra de la vida misma.

La templanza de la mente sobre el cuerpo es el camino al gozo.

21 agosto 2005

Temas no resueltos

Hay un par de temas en mi vida que son controversiales, el que hoy quiero platicarles es acerca de la paternidad. El instinto de conservación, tal cual, es una pulsión por la reproducción, no perse; sino a través del placentero acto sexual. Al menos todos los mamíferos gozamos del orgasmo, por ello en la búsqueda del placer sexual nos reproducimos.

Pero a diferencia de los demás animalitos del señor nos jactamos de tener conciencia, es decir, reflexividad sobre nuestros actos e historia de vida. Ello nos coloca en un plano distinto, que se caracteriza por el predecir la consecuencia de los mismos, de ahí radica que la mayor parte de nuestro actos instintivos se conviertan en una elección. En la actualidad la anticoncepción está ampliamente difundida y el acceder a métodos que prevengan el embarazo es factible para casi cualquier persona en el mundo occidental, incluso; las personas de más bajos recursos pueden acceder a ellos de un modo. Pero sin el afán de ser utópico, quiero pensar que existimos al menos un 40% de personas que relativamente podemos realizar nuestras decisiones sin mayores complicaciones, entonces: ¿por qué tener hijos?

Hay quienes dicen que la vida es el mejor regalo que puedes darle a alguien, es extraño pues para que ello suceda “recibir un regalo” es necesario primero existir. Sin ser fatalista la realidad es inminente y la mayor parte de la población mundial en el presente e incluso históricamente ha vivido en condiciones de miseria, esclavitud, hambruna, epidemia, mutilación, humillación y adoctrinamiento que en general ha hecho vivir a miles de millones de personas una vida plagada de miseria y sufrimiento; tanto físico como espiritual. Incluso aquellos más favorecidos sufren también otro tipo de pesares. De hecho mi supuesto “sufro luego existo” es condición sine qua non a la vida y existencia misma.

Para ser padre de alguien no es necesario concebirlo, hay miles de millones de niños en el mundo necesitados de cariño, amor y cuidados. Entonces ¿para qué uno más? si ya existe uno que necesita de nuestro amor. Es entonces cuando la paternidad por decisión de concepción es el acto más irresponsable y egoísta en el que una pareja o individuo puede incurrir. Me explico, la existencia es una condena de la cual uno sólo se libra a través de la muerte, la mayor parte de los seres somos y seremos intrascendentes tanto para nosotros mismos (la evasión del ser, la fuga y la vacuidad; son temas para otro blog) como para los demás y la historia universal, incluso aquello que han logrado perdurar milenios en nuestra memoria conforme al tiempo serán olvidados por todos. Entonces la trascendencia no existe más que efímeramente, el trascender a través de otro ser es una necesidad de llenar aquel vació que no logramos saciar por nosotros mismos y; la necesidad de querer, amar, proteger y cuidar a otro ser como un sentido de utilidad o romanticismo simplemente es la cumbre de la vanidad, egoísmo e intrascendencia misma del ser.

Ahora bien, digo que este tema es controversial en mi vida porque me lo he cuestionado del modo anterior infinidad de veces, es decir como desde hace seis años, ello implica que en ocasiones llego a la conclusión de que me encuentro en lo cierto y que el hombre en su bestialidad no reflexiona sobre la existencia y condena al no nato a existir; incurriendo en vanidad y egoísmo puro. Otra conclusión es aquella en la que dudo de mi elocuencia y pienso que muy seguramente me encuentro equivocado y que soy víctima de mi edad y que seguramente pensaré distinto cuando “madure” un poquito (dicen que aquello que madura comienza a echarse a perder).

En fin, se aceptan comentarios. Yo en este momento sigo pensando que concebir es egoísmo puro, que la vida y la existencia son una condena y que ya vivo es mejor vivir que morir, pues la vida tiene placeres que en el limbo no se conocen. Por otro lado pienso que la necesidad querer, proteger y cuidar puede ser saciada a través de la adopción, pues mis necesidades complementan las de otros al saciarlas mutuamente.

19 julio 2005

Psicosis varias

Hoy confirmé que mi psicosis no es tal, tal vez a ustedes también les pase; escucho música sin escucharla, estúpidas cancioncillas, principalmente cursis y dramáticas, circulan en mi mente con frecuencia obsesiva y sin que exista alguna fuente de emisión sonora cercana. Es algo que suele sucederme con alguna frecuencia, no lo tomaba con seriedad y pensaba que era un proceso del tipo neurótico-obsesivo, pero no es así, sucede que existe un fenómeno neurológico (relacionado con la epilepsia o la vejes o la sordera) poco estudiado que son las alucinaciones auditivas; no es un proceso psicótico como cuando escucho voces que me ordenan matar a Bush o al Papa. Sino son procesos neuronales que suceden en una parte de la corteza cerebral que se encarga de analizar la música -no el sonido en general- los acordes, compases, ritmos, etc.

Todo esto para decir que tal vez existe un proceso alucinante similar que le dice a nuestras pequeñas mentes "los homosexuales son seres del demonio que se van a quemar en el infierno", "los negros son subhumanos", "los gringos son pendejos"; etc. En realidad el sistema analítico del hombre no es tal, pues no se suele mover cotidianamente de un modo racional científico, sino más en el sentido de un conformado por creencias, conocimientos y prejuicios.

Sucede que en estos días los homosexuales españoles ya pueden ejercer el derecho de ser reconocidos por el Estado como una institución, es decir pueden realizarse cívicamente como una familia fundada en un matrimonio; luego ello les permite adoptar niños y ello implica que una pareja de homosexuales educará a un ser modelable (otras implicaciones más importantes son las económicas, por ejemplo la seguridad social entre cónyuges). Ello pone los pelos de punta a quienes temen que estos "pervertidos" dañen el desarrollo de los infantes y los conviertan en homosexuales; esto no es más que una estúpida creencia sin ningún juicio o conocimiento lógico, pues para refutarla basta con señalar que en la actualidad la inmensa mayoría de homosexuales han sido educados en matrimonios heterosexuales e incluso católicos, eso si de más miedo, al parecer existe una alta correlación entre ser hijo de una mamá (mujer) y papá (hombre) y ser homosexual.

El prejuicio en general crea insatisfacción en la vida, el "creer" que la vida debe ser de un modo u otro en vez de sólo vivirla tal cual es, hace que la gente estereotipe su modo de vivir y de pensar. En realidad no creo que tener padres heterosexuales sea condición para la felicidad, ni el tener padres homosexuales una para la perversión o infelicidad (como postulan los grupos dogmáticos). En general un niño más que ello requiere de amor, paciencia, ternura, educación, alimentación, salud y otras cosas que generalmente no sólo son provistas por un padre biológico; es decir pueden ser dadas por un tío, abuelo, conocido o padre putativo (adoptivo, no quise decir homosexual).

A los moralmente angustiados por el fenómeno homosexual deberían ocupar su tiempo más en fomentar la paternidad responsable en cualquiera de sus modalidades, evitar que los no aptos procreen a través de campañas de anticoncepción y fomentar la denuncia al maltrato infantil.

08 julio 2005

No todos somos londinenses

La amnesia selectiva hace que los individuos sólo tengamos presente lo que nos es conveniente, de ningún modo solemos olvidar circunstancias o argumentos que nos son útiles, pero comúnmente si olvidamos aquellos agravios que hacemos a otros.

Es hipócrita, falto de valor y mezquino juzgar los valientes actos de los kamikazies que se hacen estallar a sí mismos cuando atacan en sus guerras sin cuartel a sus enemigos; el terrorismo no es un acto sin sentido o falto de motivo, es la consecuencia directa de la guerra contra un minúsculo enemigo que no tiene más opción que luchar una guerra de guerrillas con los recursos que tiene disponibles.

Si todos los países del mundo tuviésemos igual cantidad de armas que USA, si tuviéramos la misma tecnología que el M5 de Inglaterra y las mismas estrategias que los israelitas, es un hecho que muy difícilmente hubiese guerras o invasiones de cualquier tipo, la seguridad sólo esta a salvo cuando se cuenta con los elementos tangibles para resguardarla. Definitivamente un país cuyo PIB es equivalente al gasto en armamento de USA no va a contar en su arsenal con bombas atómicas, aviones de combate, porta aviones, satélites espía y demás artefactos para realizar actos de guerra "legítimos" si es que ello puede existir.

La población civil de los países en guerra es el único blanco que en una guerra se puede tener, pues si sólo se tratase de batirse en un campo de batalla la guerra perdería sentido de ser, pues por lo que se pelea es por el poder dominar cierto territorio, sus recursos y su población. La población civil tanto del país atacante como del atacado tiene el compromiso civil de respaldar a su gobierno en ambos casos, en particular el país atacante puede estar realizando una guerra que su población civil no acepta, pero en el caso de los países "democráticos" debe ser tangible el rechazo vía el voto. El caso de España fue claro, la población civil rechazó la guerra y el gobierno del Partido Popular no fue renovado como consecuencia de un acto de guerra (11/3) en el cual la población hizo conciente que la guerra la hacen ellos y ellos la pagan.

Las guerras por la "libertad" son internas, las realizan la población civil, las guerras entre estados las realizan los gobiernos. Toda guerra tiene consecuencias económicas, acaso no hay cientos de londinense en Irak realizando trabajos de "reparación" en los cuales la población civil (londinense) se embolsa decenas de miles de dólares, yo no sé si eso trabajos de "reparación" incluyen casas habitación, hospitales, escuelas, caminos locales, cines y demás infraestructura de uso meramente civil que fue afectada durante la guerra de invasión norteamericana, respaldada en activo por los ingleses; yo no sé si esos ingenieros petroquímicos que están allá están consientes que el dinero extra que les pagan es porque las empresas están teniendo ganancias extraordinarias porque están explotando recursos a un costo mínimo.

Son los gringos y los ingleses, gente común y corriente la que se beneficia de la guerra a través de combustibles baratos, con salarios altos, con insumos que no reponen el daño ecológico y cuyo precio no repone los costos, ni ayudan al desarrollo de la población civil irakí o de cualquier otro país invadido, son los consumidores del primer mundo los que ganan con las guerras que sus gobiernos promueven, ¿acaso no es justo que paguen por ello? y si no están dispuestos a ser atacados, atemorizados con lo grave que es que mueran 38 londinenses cuando han muerto decenas de miles de irakies.

¿Acaso no sentiríamos rabia asesina? si de repente un destacamento de marines gringos e ingleses invadieran Poza Rica y mataran a nuestros primos, hermanos, violaran a nuestras madres o hermanas, robaran nuestro recursos e hicieran demás atrocidades, ¿acaso esperaríamos a tener un avión bombardero para atacar el pentágono o cualquier base militar? ¿acaso esperaríamos a tener un submarino para hundir sus barcos? No, no lo haríamos, no lo hicimos cuando nos invadieron en 1845, atrapábamos a los gringos en las cantinas y los matábamos a machetazos. Hoy cruzaríamos la frontera y con una bomba molotov incendiaríamos el primer autobús que viéramos, con una bomba casera reventaríamos un tren de pasajeros o un avión comercial, ¿por qué? porque es la guerra y porque son los ciudadanos comunes y corrientes los que no reclaman su derecho a no ser invadidos y tampoco asumen el costo de la vida que tienen.

Vivir cuesta caro, tener un automóvil en la puerta, viajes de avión barato, comida fresca en la mesa y demás satisfactores cuesta mucho, cuesta la pobreza de los campesinos del tercer mundo, cuesta el daño ecológico de la extracción del petróleo, cuesta la guerra que sucede e Irak, en Afganistán, etc. No, no todos somos londinenses, no todos disfrutamos de los beneficios de tener un ejército poderoso, de presionar a otros países para que acepten nuestras políticas comerciales, no, no todos tenemos el poder de hacer lo que necesitamos y vivir lo mejor posible a costa de otros que asumen el costo de un nivel de vida que no sería sostenible por ellos mismos. Es lamentable que la gente muera pero es valiente que los pueblos se defiendan; el terrorismo si tiene cara, es una cara legítima y visible para todos, sólo unos cuantos en el mundo dicen que no, que no se acuerdan.

01 julio 2005

Estúpidas clases medias

Últimamente he intentado analizar mi entorno social a través del enfoque de clase; es un hecho que las clases existen incluso cuando los que pertenecemos a ellas no tengamos conciencia de ser y pertenecer; en otras palabras no existe conciencia de clase excepto en el caso de la empresarial (burguesía) y la clase política. Como ni empresario ni político soy y afortunadamente tampoco un desposeído me encuentro en la mediocre clase media mexicana.

La catalogo, como tal, porque es mediocre en varios términos: es pobre si la comparamos con la de otros países dado que nuestro nivel de ingreso es casi de pobreza en cualquier país del primer mundo; es ignorante pues nuestro nivel de instrucción es bajo en años de escolaridad e inferior en nivel de apreciación cultural y lectura; es torpe porque ha caído en el embrujo consumista norteamericano y gasta la mayor porción de su ingreso en consumo no duradero y "suntuario"; en vez de invertir y ahorrar. En conclusión la clase media es mediocre.

En el mundo las clases medias son el motor de las sociedades, no sólo por ser las que crean la mayor parte del valor (ingreso) sino también, porque son políticamente activas y demandantes; además de ser el motor del consumo y generadoras de derrama económica. Desde el siglo XVIII europeo hasta el pasado siglo las clases medias fueron el motor revolucionario, las que incentivaban a las masas populares a la lucha y las que aliadas con la burguesía transformaron los regímenes políticos.

En la actualidad las clases medias americanas y en particular las latinas no muestran el arrojo que nuestros padres y abuelos tuvieron para impulsar a la sociedad realizar cambios significativos. Los jóvenes de antes más que preocuparse por el consumo mediático se informaban y leían tanto periódicos como libros, participaban en clubes de debate y cuestionaban a sus antecesores. Hoy en los chats de Internet se habla sobre el show mediático, sobre todas las variedades de sexo y se intercambia pornografía; es decir se ha vanalizado el entorno comunicativo y en vez de aprovecharse la conectividad en beneficio colectivo; ello a propiciado la individualidad.

Los jóvenes de hoy viven conectados a un mundo virtual de programas televisivos monótonos, triviales y que son subproductos del esquema de marketing para el consumo; también se enanchan a juegos de video que reducen las posibilidades de convivencia pues se juegan con y en la TV o la PC. También hablan y escriben, en chats o vía mensajes en línea, pero la más de las veces ello no es un modo de fraternalizar, sino es la consecuencia de no poder realizar amistades de un modo convencional, es decir, frente a frente y cara a cara; lo más patético son los romances en línea y, aún cuando hay algunos ilusos que argumentan que son más valiosos porque trasciende la mente y no el cuerpo, no hay nada más falaz, pues el amor es por contagio de los cuerpos que no sólo se atraen, sino también se comunican en un tiempo y espacio definido, no etéreo ni virtual.

En general esto no es exclusivo de las clases medias, pero en particular son estas las que no tienen pleno acceso a clubes sociales y deportivos exclusivos o interactúan en las reuniones de socialite. Pero tampoco son desposeídos y en vez de participar activamente en la sociedad hacen suyo un medio etéreo, como es el mediático, y han abandonado la calle, el parque, el café y otros espacios para abordar los centros comerciales o sus subproductos como: los cafés tipo Starbucks, donde lo importante no es convivir, sino estar ahí en el micro cosmos de la sociedad para tener status o simplemente diferenciarse de las masas.

¿Acaso hay algo más patético? que comprar revistas como: Quién?, Caras, Ocean Drive, etc., donde la burguesía nos vende subproductos de su propia vida y nos demuestra lo bien que se la pasan en sus mansiones, fiestas privadas , yates y clubes de golf o equitación. Producto de un estilo de vida inalcanzable para el 99% de la población mundial, sin embargo se aprovecha la sinergia de la vida que ya se tiene para poder seguirla pagando a través de la venta de sucedáneos de poder, riqueza y estatus. Tal vez no seas Paris Hilton, pero sí puedes usar la fragancia que dice es de ella, dudo que use una fragancia tan barata, tampoco tienes un yate pero puedes vestir ropa marca Náutica, no iras nunca al evento de fama mundial pero si puedes ahorrar unos miles de pesos y comprar el traje o vestido que uso zutanito o fulanita y lucirlo en los pasillos de la oficina. Creo en general he transmitido la idea: hoy por hoy, nuestra clase no tiene conciencia de si, pues si la tuviera actuaría en forma para transformarse de fondo y dejar de consumir de modo enajenado e iniciar un consumo responsable, promover la cultura, la literatura y la responsabilidad ciudadana para impulsar el desarrollo colectivo, pues estamos más próximos a ser pobres que ricos.

Sí, México es un país de pobres, porque los ricos no se preocupan mas que de seguir siéndolo, porque los pobres no tienen posibilidades reales de actuar colectivamente ni tienen el ocio suficiente para hacerlo y porque los instruidos, con necesidades básicas saciadas y con la capacidad de opinar, promover, actuar y reclamar; preferimos engancharnos al sistema mercadológico que, paradójicamente, un clasemediero con instrucción técnica en medios masivos ha creado para inducir al consumo de los productos que los dueños de los medios de producción generan.

Somos víctimas de nuestra mediocridad y, para romper con la vanalidad de nuestra vida fácil y cómoda e iniciar con convicción un cambio, primero personal y luego social; que trascienda de nuestro tiempo y vida, debemos tener conciencia de clase.

21 junio 2005

LIFE COUCH

En la actualidad hay un concepto dentro de la psicología que se llama Couching, se trata de pequeñas sesiones con terapeutas que sin ser una terapia psicoanalítica, psicológica o siquiátrica convencional; ayudan a los clientes a tratar de resolver su vida cotidiana de un mejor modo.

Tener un consejero emocional, un amigo sincero que nos diga que hacemos bien o mal desde su perspectiva suele ser muy útil en el crecimiento personal, por un lado el perfil es algo que se ve desde afuera y por el otro siempre es necesaria la distancia para poder opinar con mayor objetividad.

Cuantas veces no nos hemos encontrado en situaciones "conflictivas" que hubiesen tenido mejor solución si las hubiésemos abordado de mejor modo. Que fácil sería tener un pequeño Pepe Grillo que nos dijera al oído: "haz esto", "di lo otro". Pero la vida no es así y tenemos que intentar vivirla cometiendo nuestro errores y tratando de pensar rápidamente como resolverlos.

Tengo algunas amigas que viven relaciones románticas tormentosas, sufren adicciones y suelen decir que el amor no se hizo para ellas. Mi primer consejo es deja a ese patán. Generalmente la vida no es tan complicada para la mayoría de la gente, en realidad hay muy pocas decisiones trascendentes que tomar; los verdaderos retos y conflictos son más de carácter personal que colectivo. Incluso los grandes tomadores de decisiones o gente que tiene la responsabilidad de miles o millones personas, tienen pocos retos que no se resuelvan de modo técnico o pragmático.

La mayoría de las grandes decisiones involucran las emociones más típicas del hombre, el miedo, el amor, la envidia y el rencor. Pocas son las personas que logran vivir vidas plenas y felices, ¿Por qué? creo en general que es por falta de templanza, falta de aplomo para dejar atrás aquello que nos ata a nuestro infantil modo de vivir y miedo a renunciar a lo poco que tenemos pero que creemos muy valioso.

¿Cómo dejar una mala relación? En realidad es muy sencillo, pero en la práctica solemos tener múltiples pretextos para no hacerlo; creo que en general atraemos a la gente que está en sintonía con nuestro estado emocional, a deprimidos cuando también lo estamos, igualmente abusivos y abusados cuando falta autoestima, cuando somos capaces de atraer gente luminosa, virtuosa y feliz podemos estar seguros de que también lo somos.

El amor debe ser un estado físico y emocional de euforia, que nos impulse cotidianamente a brillar, a querer vivir, a cruzar largos caminos con tal de estar con aquel ser amado. Nada que ver con lágrimas, llanto, sufrimiento, celos y envidia. El amor debe ser alegría, sexo maravilloso, charlas apasionantes y besos tiernos. No discusiones interminables por absurdos, no maltratos de ningún tipo, ni palabras groseras o apodos incómodos. El amor es un estado de bienestar que impulsa el desarrollo personal y crea la plenitud y completitud que sólo se vive e pareja; cuando esto no está sucediendo es el momento de decir basta y adiós.

Aquellos que creen que no volverán a encontrar y vivir un amor como el que tenían es porque no se han dado cuenta que su propia capacidad de amar fue la que construyo la relación que vivían, dicha capacidad puede crecer del mismo modo que todas las demás que poseamos, pero también puede decrecer y desaparecer como cualquier otra que no alimentemos con disciplina, constancia y en general determinación.

Un ser maltratado y vejado que por su propia voluntad no se retira de una mala relación es porque a desarrollado un vínculo vicioso con su pareja, de tal modo que prefiere autodestruirse al lado de esa persona que fomentar su propia felicidad. Es por eso que es casi imposible dejar al ser "amado", que en realidad no lo es, porque la primera condición para amar es amarse a sí mismo. Un romance enfermizo es como ser adicto al alcohol, tabaco o cualquier droga o situación viciosa.

El que fuma sabe que esta disminuyendo su calidad de vida y que puede estarse provocando una muerte más temprana, igualmente el que vive una relación viciosa sabe que no es feliz, pero que prefiere ser infeliz al lado de alguien que atreverse a luchar por su propia felicidad por su cuenta, porque para hacerlo se requiere valor para vencer el miedo de la posible soledad. Puedo afirmar algo, aquel que se atreve a ser feliz, siempre encontrará alguien igualmente virtuoso que quiera estar a su lado.

08 junio 2005

Determinación

Existen siete pecados capitales (Gula, Avaricia, Envidia, Lujuria, Orgullo, Ira, Pereza) y siete virtudes, cuatro son las cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y tres las teologales (fe, esperanza y caridad); pero para mí existe una virtud superior a estas y es la determinación.

El hombre es un animalito del señor igualito a todos los demás, excepto en el uso superior de la razón, esta razón la llamamos inteligencia y en ella hemos fundamentado el desarrollo de nuestra especie, usamos herramientas creadas por nosotros mismos y tenemos un lenguaje escrito y oral que nos permite mantener un registro de nuestra historia, tenemos memoria histórica. Pero, como los demás animalitos, el canijo instinto nos tienta constantemente a obedecer la ley del mínimo esfuerzo y la búsqueda irrestricta del placer, parte de nuestro desarrollo social se ha visto beneficiado por este instinto -cualquiera que haya dormido alguna vez en el piso agradece la existencia del colchón- y por otra parte se ve seriamente dañada. El placer hedónico nos lleva al vicio, los vicios -cualquiera que sean: sexuales, drogas, etc.- son modos de alejarnos de la apabullante realidad, son modos de aislarnos de nuestro problemas y hacer como que no existen.

Para tener vicios existen infinidad de pretextos, por ejemplo: el cigarro tiene como uso frecuente calmar el stress; el ser beato es un modo de excusar nuestro destino en un dios inexistente y no asumirlo como el producto de nuestros actos. Entonces ¿de donde nos viene la fuerza para ser, para existir? ¿de adentro o de afuera de nosotros mismos?. Hay quienes confunden la fuerza interior con un ego superdesarrollado, éste es un vicio extremo, es un pecado capital es la soberbia y vanidad, el ego es totalmente distinto a la autoestima; que es saberse valioso en sí por aquello que valoramos en los otros, por lo tanto en nosotros mismos; es sabernos capaces de desarrollar al máximo nuestra virtudes y ser fuertes día con día para lograr nuestro objetivos: todo lo anterior es la autodeterminación, es una virtud positiva, deriva de la razón.

Los grandes hombres son aquellos que han sido bastos en autodeterminación, aquellos que saben forjar su destino con base en el trabajo, en la constancia, en la disciplina, en el estudio, la reflexión y la perseverancia: en saber que todo lo que desean lograr estará en función de su propio esfuerzo. Hay grandes hombres con ideales superiores y hay otros con falsos ideales. La determinación puede estar falsamente fundamentada.

Los grandes hombres han dejado esperanza y fe en la humanidad, entre ellos encontramos: C. Lindenberg, A. Hitler, Lenin, Kant, Zapata, E. Calles y un sin fin de hombres que con su determinación, correcta o equivocada, formaron cabalmente su destino, cambiaron su mundo, el mundo.
La pasividad del hombre es el gran freno del progreso, es el modo más estúpido de negarnos a nosotros mismos la posibilidad de crear nuestro propio destino. Para ser los hombres que deseamos ser sólo nos hace falta determinación.

03 mayo 2005


Aleph Cero
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01 mayo 2005


Cookie Monster
Posted by Hello
Extra extra...!!! Cookie Monster está a dieta

Si, la novedad es que después de años de devorar galletas de chispas de chocolate el famoso monstruo azul de Plaza Sésamo es puesto a dieta; más o menos así recitaba la noticia en las páginas de la sección de espectáculos de Reforma hace un par de semanas. Lo novedoso del caso no es que nuevamente los graciosos y muchas veces torpes habitantes de dicha calle se transformen, sino que los hábitos alimenticios que definían por antonomasia al curioso monstruo, amigo del genial Elmo, tengan que ser transformados como parte de una estratégica campaña de reeducación alimenticia de los infantes.

Armas de destrucción masiva: Gansitos, Dulces Ricolino, Sabritas, Sonrics, Marinela, etc., etc., son la dieta básica de millones de niños y adultos, sus consecuencias son la obesidad, los problemas cardiacos, la diabetes, males del riñón, etc. La obesidad crónica en el mundo de las disparidades es abrumadora, hasta hace todavía dos décadas la clásica imagen del gordo capitalista "cerdo capitalista", se ha transformado en la estilizada y atlética del hombre de negocios, incluso el "gordo Slim", como fue conocido por varios años, ahora es un hombre esbelto que aprendió su dura lección gracias al by-pass (que paradójico que sea el by-pass lo que salvó a Slim de la muerte y lo que tanto reclama Telmex hacen las otras telefónicas); ahora los obesos son los miserables que de modo aplastante se suben a los micros y al Metro.

Sucede entonces que llega un momento que uno pierde la dimensión de si mismo, que el espejo nos dice: "estas gordito" cuando en realidad estamos marranísimos, la gente nos dice ya estas muy gordo y uno como si nada; esto es un fenómeno de distorsión de la realidad, el gordo no percibe su verdadera dimensión y nada hace por contrarrestar su condición.

Excluyendo a aquellos que por problemas endocrinos están condenados a la obesidad, la gran mayoría lo es por glotonería. Cómo nos vamos a resistir a una Coca bien fría, con unas papas y una pizza; cómo vamos a decir que no a ese suculento pastel, a esos tamales, a ese plato extra de pozole, carnitas, tacos, mole, etc., etc., etc.,... así es de cruel la vida, mientras más placentero es un placer peores son las consecuencias que trae consigo, es como un mal sueño, el sexo trae hijos y Sida, la comida: colesterol y diabetes.

Fuerza de voluntad: soy enemigo acérrimo de los manuales de superación personal, creo que la verdadera auto-reflexión es un proceso en solitario, tal vez algo que se comparte con unos pocos muy cercanos; pero es indispensable ser contundente en unas pequeñas cosas en la vida. La conservación de la salud es una estrategia de vida, la buena salud permite vivir con plenitud y desarrollar todas las potencialidades, el tabaquismo provoca en los hombres menor rendimiento sexual, cada cigarro disminuye la duración y dureza de las erecciones, a todos mis amigos fumadores se lo he dicho y les vale... la obesidad reduce el rendimiento laboral e intelectual la falta de vitalidad y fuerza se pueden contrarrestar, es un proceso de auto reeducación que sólo muy pocos pueden lograr.

El hombre es débil, carece de fortaleza emocional, física, intelectual, moral, ética, etc., sólo los más grandes hombres han logrado superar sus debilidades y trascender en lo personal y social, es un día a día; es decir "no" cuando la tentación se aproxima y decir adelante cuando la adversidad abruma.

"Live Strong" recita la estúpida frase de las pulseritas amarillas que Nike y Lance Armstrong pusieron tan de moda los meses pasados, fue el accesorio de moda que pretendía según los mercadólogos transmitir el ejemplo del seis veces campeo del Tour de Francia, que superó un cáncer de testículo mientras seguía entrenándose para ser el mejor ciclista de la historia, pero ninguna frase exógena puede ejemplificar la verdadera voluntad de seguir adelante.

El enemigo está dentro de nosotros mismos, nos ataca diariamente, se llama debilidad, es consecuencia de la falta de determinación, convicción y congruencia; fortaleza, templanza y disciplina; virtudes indispensables para todo aquel que quiera cambiar su realidad y transformarse a sí mismo. Hay hombres que se auto construyen y hay otros que se auto destruyen.

Roger Cornejo.

19 abril 2005

Sonrisas delatoras

El espíritu humano tiende a auto sabotearse, la falta de frialdad en la expresión es el enemigo interno; el traidor y delator más común somos nosotros mismos.

Esas miradas que se cruzan en pleno foro, que con la sonrisa cómplice delatan a los amantes. La necesidad de contar nuestras hazañas es la necesidad de darles existencia.

Que difícil es disfrutar en solitario aquellas pequeñas travesuras que sólo uno debería conocer, que al hacerlas públicas se pervierten, pero se disfrutan en el colectivo al menos en un pequeño instante.

La voz nerviosa, la mirada esquiva, la falta de contundencia al contestar los cuestionamientos. Eso que hace que la mentira estratégica se convierta en el peor atentado personal.

La falta de apetito, incluido el sexual, la corbata desalineada, la ropa impregnada de "otros" aromas. Las marcas en el cuerpo, en la mente.

No sé como mentimos... sé que lo hacemos... Tampoco se como hay quienes dicen disfrutar sus secretos en solitario, mientras te cuentan que lo hacen. Sé que la mirada del cómplice, de la amante, del enemigo; resarcen el ego y alimentan de modo sutil el deseo de gozar calladamente lo que sólo uno sabe

17 abril 2005


Someone i know
Posted by Hello
THE GAY SWAT
@ CAFE TOSCANO, CONDESA 17ABR05

Las tendencias de la moda global han hecho que los marginados y marginales gays se hayan integrado súbitamente a los medios de comunicación; su incursión ha transformado el aspiracional del típico macho heterosexual y hoy lo cool is ti be gay.

La novedad de novedades(!), las mujeres nos prefieren bien peinados, barba arreglada, uñas recortadas, bien olientes, bien vestidos, solventes, desligados de nuestras madres, con departamentos ordenados y limpios. Quién lo hubiera imaginado(?). Bueno pues al parecer muy pocos, pues de no ser así los programas que en la actualidad circulan en la televisión gringa no estarían plagados de SWATs de gays (ejemplo: Queer eye for the straight guy) que con sus sofisticados modales, buen gusto, conocimientos sobre cultura, arte, cocina y moda transforman la apariencia y estilo de vida de algunos cerdos que previamente pactan salir a cuadro en la intimidad de sus vidas.

Propongo cambie la estrategia y contenido de estos programas y que dentro de sus armas especiales no enseñen a mentir como mujeres. Sí, al parecer la gran capacidad de predicción que las mujeres poseen, les permite planear mentiras y escapes asombrosos. Resulta pues que los hombres somos muy predecibles, nuestro modo de conducirnos, las limitaciones que nos ponemos, las cosas que nos enojan y sacan de quicio respecto a nuestras parejas femeninas (cabe la aclaración) nos hacen sujetos de simples y sencillos engaños en los cuales caemos y no nos damos cuenta.

Ejemplifico, el amigo que se supone es gay y resulta ser el cuerno, el celular que no recibe llamadas porque la pila se agotó o porque se encontraba en una zona sin servicio; las hermana que nos dice que ella ya esta dormida y no nos aclara que con otro hombre y en otro lugar, el viaje de "sólo niñas” que resulta ser sólo la niña de tus ojos en los ojos de alguien más. Los momentos en que hacernos enojar es el pretexto ideal para no reportarse un par de días y que al final resulta somos nosotros los culpables e insensibles.

No es que los hombres seamos estúpidos y tampoco que no mintamos, sino que nuestras habilidades son un poco más limitadas. Al parecer sólo se nos ocurren pretextos inverosímiles como "estoy yendo al psicólogo", "no es mi amante, es mi amiga que esta dolida con su ex", "tuve una larga junta que se prolongó hasta la madrugada del sábado", etc., etc.

El arte de mentir es una sofisticación genética que aún no desarrollamos como ellas lo han hecho; creo que la ventaja de parir y criar niños les ha dado el poder de saber como manipularnos y reeducarnos.
Sí, lamentablemente necesitamos de un par de amigos gay que lleguen a enseñarnos esas estrategias para mentir magistralmente; esas que ellos en su afán femenino de desear hombres han logrado aprehender.

15 abril 2005

Aficiones intelectuales y otros
15abr05 @ Starbucks Condesa

No sé ustedes, pero para mi es muy difícil definir por qué tal o cual tema, persona, alimento o lugar me agrada. Eso es algo que aquellos que me conocen saben es cierto, principalmente cuando se trata de mujeres; hay quienes opinan que mis gustos son extraños. Yo sé muy bien que Liv Tayler y Jessica Pare son mis mujeres estereo típicas pero cuando la realidad me aplasta no puedo decir exactamente porque estoy besando a tal o cual mujer.

Es entonces que pienso que con la mujeres me pasa algo muy similar que con los libros, por ejemplo hay libros que me han recomendado y resulta una bazofia, otros que gente muy inteligente me ha dicho, "parto del supuesto que ya lo has leído" y entonces debo leerlo. Otras veces me paseo por Gandhi o el Fondo y veo lo que hay en las mesas, reviso mi lista en la Palm de los libros que por alguna razón he decidido debo comprar, veo los precios y elijo aquellos que sean compatibles con mi restricción presupuestal, los catalogo en mi base de datos, los marco con una etiqueta de color rojo para saber que ya están inventariados y luego los acomodo en el estante-librero que los soporta, si es un libro prioridad uno lo dejo con el monto de aquellos que debo leer pronto, cuando llega su turno la saco, lo desempolvo, le hago un forro con alguna pasta de revista y lo meto a mi mochila, al empezar a leerlo marco en la primera hoja la fecha y al terminarlo lo firmo con la fecha, algún comentario breve y mi rubrica, le quito el forro y lo pongo en el estante con una marca verde de los libros que ya he leído; finalmente en mi base de datos pongo la fecha en que terminé de leerlo y lo marco como leído en mi lista anual de libros leídos (en la que no incluyo ninguno que haya leído por razones escolares).

Mi tema favorito es la economía política, la sociología, la política, la filosofía, la física, la tecnología, la novela histórica y la biografía novelada. Igualmente me pasa con las mujeres, me gustan las altas, la flacas, las rubias, las morenas, las chaparritas, la llenitas, las bonitas y me fascinan las inteligentes. Creo que al final eso es lo más interesante de un buen libro, que sea como una buena mujer, que te entretenga (había escrito entretanga, creo me delató el inconsciente) por horas, que te llene de experiencias y conocimientos, que con la reflexión te ayude a conocerte a ti mismo y que te complemente. Que al final sepas si debes releerlo para entenderlo mejor y que nunca se ponga celosa de que quieras leer un libro más o que estés leyendo otro al mismo tiempo.

Pocos libros cumplen con tantos requisitos, por ejemplo el Quijote es un libro exquisito, para leerlo toda la vida y para no aburrirte, lo malo es que es celoso, te toma mucho tiempo leerlo, es difícil entenderlo rápidamente y es muy grande, lo cual te impide leerlo simultáneamente con otros que lleves en la mochila... bueno ningún libro es perfecto.

11 abril 2005

Bloody Sunday

Sunday bloody sunday... recita el estribillo de una canción de U2; Bono al componerla pensaba en una matanza en Irlanda, yo; la he hecho mi íntimo himno personal de porque I don't like sundays.

Propongo exista una nueva institución federal que enclaustre a los infantes todos los días festivos, periodos vacacionales y fines de semana principalmente; además al igual que existe una la ley de protección a los no fumadores se legisle una de protección para los que detestamos a los niños y, también; que existan letreros que digan "se prohíbe el acceso con niños y perros". Igualmente debería promoverse una regla de etiqueta que promueva el buen gusto de sacar a los niños a pasear con correa. Finalmente, ¿por qué los neuróticos debemos soportar la calentura e instinto de preservación de la especie de otros?

La anterior es la primera de las causas de porque no soporto los domingos, pues en ningún lugar uno está a salvo de una excursión familiar que entorpece el transito en la banqueta con carriolas; además los cafés, restaurantes, centros comerciales, cines, etc., están atestados de esos pequeños humanos babeantes que con sus gritos, llantos y torpes pasos que elevan al máximo mi nivel de intolerancia; eso sin contar las estúpidas miradas de las mujeres que con su instinto maternal siente desatado un impulso hormonal que las hace poner cara de bobas al ver un niño. Es inverosímil que incluso aquellas que están condenadas a ver de por vida a sus zánganos hijos huevones, en la casa rascándose la panza, sigan pensando que un bebe es algo bello y deseable.

Luego lo otro, ¿por qué la rutina de la semana tiene que verse interrumpida con el domingo? bendito sea dios que sólo mi abuelita me arrastraba a la iglesia cuando era niño pero en la actualidad pienso no existe peor tortura que escuchar a cualquier hijo de vecino decirnos que hacer o como vivir en "este desvalorizado mundo" cuando deberíamos estar dormidos en nuestras camas. Eso sin incluir que todo cierra temprano y abre tarde, que mis restaurantes favoritos se encuentran saturados de familias "unidas" que intentan estrecharse aún más compartiendo el postre.

Además de todo lo anterior el Metro se vuelve un caos, el lumpen proletariado que nunca lo usa por estar bien encerrado en sus respectivos domicilios o trabajos se le ocurre abordarlo para ir a Chapultepe (la omisión de la "c" fue intencional) o a la Alameda.

Y lo más irritante es la estúpida manía de los profesores de primaria y secundaria de enviar a los jóvenes incultos a copiar los letreros en los museo, de tal modo que como moscas se aplastan ante ellos impidiendo ver las obras de las exposiciones, entorpeciendo el transito e impidiendo admirar lo que uno deseaba.

Propongo se reduzca la semana a seis días, que dure de Lunes a Sábado, ello tendría importantes beneficios para el desarrollo económico y el ahorro, además que aquellos que deseen disfrutar de la comunión familiar lo hagan es sus casas (excepto en la mía) y que si se ven en la penosa necesidad de mostrar al público a sus crios lo hagan bien provistos de un chupón bien atado a la boca, una correa corta y resistente y una bolsa de papel que les cubra el rostro para evitar que las mujeres babeen al verlos.

06 abril 2005

AMLO

Hace algún tiempo escribí un texto que titulé The Mexican Dream, en una directa alusión al American Dream. En estos días viene muy al caso retomar el tema, espero que mis cuatro lectores lo relean y comenten; pues nuestros tiempos son de crisis y confusión hacen falta muchas propuestas.

Insisto en pensar que las sociedades padecen de los mismos vicios que los individuos, que así como hay algunos que logran triunfar pronto en su vida, conocer el éxito personal, ese que menciona Slim que se siente en la intimidad; otros pierden el tiempo pendejeando el punto. Lo que es claro es que hay quienes tiene sus objetivos claros y quienes no, quienes viven una eterna adolescencia y quienes se desarrollan plenamente.

Así siento le pasa a nuestro país por un lado seguimos idealizando un futuro que sólo sería realizable con trabajo, disciplina, esfuerzo y dedicación; y por otro perdemos el tiempo desgastándonos con politiquerías. Creo que es claro que el desafuero de AMLO debe ser llevado hasta su última consecuencia, pues sólo el imperio de la ley podrá garantizar un orden ciudadano que permita un mejor desarrollo del país. Por ello digo sí al desafuero de AMLO y de Aldana, de Romero Deschamps, Creel; también que se juzguen a Lino Corrodí, a todos los amigos de Fox y de Marta (a ella principalmente) y de Salinas y de Zedillo y de todos aquellos que siempre hemos sabido son y han sido corruptos, ladrones y de un modo u otro causantes de el imperio de la injusticia y del atraso de nuestra sociedad. SI AL DESAFUERO.

03 abril 2005

Mujeres, comida y negocios

En el amor y en la cocina no importa la cantidad de fuego, sino la intensidad y duración del mismo; en los negocios también. De las principales virtudes que debe tener un buen amante o un buen cocinero o un buen empresario es la virtud de la paciencia, pues esperar no es importante sino fundamental, pero no el típico esperar a que las cosas sucedan, sino el tener la capacidad de saber cuando, de saber en que momento invertir, sazonar, besar; el beso indicado en el momento preciso, la sal y pimienta justa, las cantidades de dinero y esfuerzo a proyectos determinados.

La intuición es lo que hace que el talento del cocinero o del amante o del empresario trasciendan, pues el saber cuando y cuanto es lo que hace de un buen guiso un verdadero manjar. Estas ideas no son sólo metáforas que pretenden dibujar un entorno de similitudes, sino definiciones de habilidades que un gran hombre, debe tener para triunfar en las máximas pruebas de la vida y que delinean el perfil que se forja al calor de las llamas y en el desvelo de las cifras y las sábanas.

29 marzo 2005

Sobre el Ingeniero

La vida suele ser tramposa, por un lado nos da oportunidades que cambian nuestra vida y por otro nos llega a generar culpas o compromisos tácitos que limitan nuestra expresión.}

Ayer publicaba Denise Dresser en su columna del Reforma sobre “el innombrable” refiriéndose a Carlos Slim, decía que este y su poder económico mueven esferas por encima del poder de la legalidad y de lo democrático, que tiene influencia en la toma de decisiones nacionales y que los privilegios de los que ha gozado en los últimos veinte años han hecho del él el hombre más rico de Latinoamérica y el cuarto del mundo; con sus 23.8 mil millones de dólares puede y hace casi todo lo que quiere.

Yo conozco al Ingeniero, lo he saludado de mano, he estado en su oficina y tengo una foto perdida en algún lado donde estoy junto a él, sí lo conozco porque gracias a él mi vida cambió de un modo muy importante, pues me dio la oportunidad de ser becario de la Fundación Telmex. Dicha beca no sólo fue un salario mínimo en efectivo al mes, que compro algunos libros y varias entradas al cine, fue la posibilidad de conocer a gente extraordinaria, amigos para toda la vida, gente que tocó mi vida de un modo u otro y me transformó. Mis primeros empleos, un viaje al evento anual del American Academy of Achivement que me abrió otros horizontes, la posibilidad de imaginar otras alternativas para mi vida, muchas y muy distintas circunstancias que gracias a él hoy me hacen, creo yo, un mejor hombre y un mejor mexicano.

Hay quienes creen que yo estoy resentido con la Fundación que por “alguna extrañan razón” tengo rencor contra ella y que he dejado de valorar todo lo anterior que he mencionado (entre otras muchas cosas), cosas más falsa no existe y muy al contrario, en lo personal siento que debo mucho por esa oportunidad; además, tal vez, hubo un pequeño momento en que una llamada suplicante pudo haberme permitido continuar con el privilegio de ser becario, nunca la hice pues sentí que ya había recibido demasiado y que ya no venía al caso volver a pedir.

Pero con el Ingeniero sucede lo mismo que con las formas de gobierno según Aristóteles, ni la democracia ni la aristocracia son las mejores pero tampoco pueden convertirse en las peores y la mejor que es el caso de la monarquía cuando existe un “buen rey” puede resultar la peor si se convierte en un dictador.

Pues yo creo que el Ingeniero es como un buen rey, un hombre que pienso es el más patriota de los mexicanos vivos, el primero en decir yo hago esto por mi país, el único que gasta sus millones en desarrollo social ha gran escala y el único que no se ufana diciéndolo, creo lo hace de corazón, es un hombre cuyos monopolios sirven de en parte para hacer redistribución de la riqueza y aún más importante creación de la misma; es quién le aporta más ingresos al Estado vía impuestos después de PEMEX y quien ha transformado el concepto de hombre de negocios en México. Sí eso creo respecto a él, creo que sus hijos comparten esos valores e ideales que él tiene y por ello creo también que por algún tiempo estamos a salvo.

Pero el lado malo es que el Ingeniero no es eterno y que si bien su patriotismo es útil por ahora, por otro lado genera muy grandes costos a largo plazo, por un lado Telmex es una concesión del Estado y además las redes de comunicaciones son públicas, esto quiere decir que aún cuando hallan sido pagadas con inversión y recursos particulares el acceso a ellas debe ser libre, ello permite eficientar el mercado, reducir costos, ampliar coberturas y tener ahorros sociales de escala que benefician al país. Cuando las vías de comunicación se hacen privadas se multiplican infraestructuras y eso aumenta los costos, cuando se dominan los mercados se ejercen monopolios u oligopolios que hacen a las empresas ineficientes, que disminuyen la riqueza de la sociedad y que genera una pérdida irrecuperable del bienestar.

Sí, yo estoy agradecido con el Ingeniero y con sus proyectos sociales pero, sé como economista que todo aquello que él da no compensa la pérdida económica que le produce al país el poder monopólico que tienen sus conglomerados empresariales pues nos aleja de un mejor nivel de competencia, productividad y desarrollo económico.

20 enero 2005

Ideales y economía

La economía es un orden productivo, es el como los individuos organizan sus actividades en función del tiempo disponible, el como asignan recursos materiales y temporales a cada actividad, principalmente ocio y producción. Dentro de un orden social primero se define el orden político, ya sea una estructura patriarcal, tribal, un Estado, etc.; dicho orden finca jerarquías, legitima poderes y delimita funciones, también, el uso y posesión de los recursos.

Para quienes han leído Cien Años de Soledad pueden recordar la fundación de Macondo, primero un caserío que los padres fundadores edificaron por no poder llegar más cerca del mar, pues desconocían donde se encontraba, ubicaron entones a Macondo cerca de un río en una ciénega. En un principio tenían una economía de autosustento, las pocas familias que fundaron el pueblo resolvían sus necesidades con la agricultura y la caza y, con muy escasa ganadería. Así pasaron muchas décadas, con escasísima comunicación, salvo los gitanos que solían ir cada año Macondo estaba incomunicado; hasta que la vuelta de destino los hizo encontrar rutas con otros pueblos relativamente cercanos.

Con la comunicación llegó el comercio, la innovación, los nuevos inventos y costumbres; paulatinamente Macondo pasó de ser un caserío a ser un pueblo, que creció y se enriqueció por el dinamismo de sus lugareños; macondo se fue abriendo en pocas décadas al mundo, a través de caminos, luego trenes, luego telégrafos, con ello llegaron compañías extranjeras y extranjeros.

Los periodos de guerra fatigaban a la población y la diezmaban, imponían regímenes autoritarios, que sucedieron cuando los nativos se oponían a un gobierno centralizado, fue cuando se reformó el orden político, junto con los extranjeros llegaron los favoritismos y los abusos, que incitaron a la gente a pelear y defender sus derechos. Pero Macondo sufrió además del infortunio de la comunicación y el progreso, el de la naturaleza, una lluvia bíblica destruyó todo, por años llovió, se deslavaron los caminos, se descarrilaron los ferrocarriles, se arruinó la compañía bananera y las casas se pudrieron y desmoronaron. Macondo sufrió un diluvio de cuatro años, en el cual nada quedo, ni el espíritu emprendedor y animoso de sus pobladores.

Así sucedió la historia económica de Macondo, que junto con la de los Buendía narra Gabriel García Márquez, pero este delicioso ejemplo muestra como los hombres y sus sociedades, junto con sus circunstancias, políticas y físicas, desarrollan un modo de vivir. El detalle del como sucede estos engranajes es muy denso, es algo que no sólo la Economía aborda, pues por un lado la sociología, la ciencia política, la psicología y demás ciencias sociales se esfuerzan en analizar.

Pensando en el caso de México, que muy distinto a cualquier otro y también muy igual, porque todas las adversidades de la vida individual y social suceden muy similarmente a todos los hombres del mundo, pero lo que los distingue no es lo que sufren ni el como, sino como lo asimilan en su vida cotidiana, como interpretan la adversidad y se sobreponen a ella. Los pueblos pueden ser diezmados, azotados por el dedo de Dios, pero son las ideas, los ideales y los sueños de los hombres los que hacen que ello resulte en un derrumbe emocional o no.

Sí, son las emociones las que determinan el como los hombres se construyen a sí mismos y a sus sociedades, diría Felipe González “donde no hay fortaleza emocional no hay liderazgo”. Pues la vida para nadie es fácil y, ello mismo es la adversidad; pero el triunfo económico, el social y el político no depende buenas o malas circunstancias, sino de grandes o pobres ideales y convicciones.

Los padres fundadores de Norteamérica llegaron ahí soñando en fundar un nuevo Israel, pensaron que esas tierras incultas serían para ellos la oportunidad de construir una sociedad ejemplar y virtuosa, con hombres virtuosos y magníficos. Igualmente pasó con los constituyentes de la primera república federal mexicana, supieron que como sociedad tendrían una nueva oportunidad de reinventarse, de rehacerse así mismos, ello se hace evidente en las primeras constituciones, en las cuales la prioridad era promover una educación para todos los ciudadanos, de tal modo que cada uno pudiese ser para sí mismo y para el país un mejor hombre; con ideales y valores superiores.

La economía sucede como la vida misma, no depende de lo que hay afuera, sino de lo que los hombres viven en sus mentes, las sociedades logran transformaciones cuando sus hombres se transforman, cuando los ideales se siguen con determinación, convicción, congruencia, disciplina, fortaleza y templanza. Las sociedades viciosas lo son porque sus hombres son viciosos. La pobreza y miseria no es solamente una condición material, sino principalmente una condición espiritual.

17 enero 2005

Priscila...

Toda historia comienza con un nombre; Priscila es el nombre de la prima de una amiga que tuve en Fundación Telmex, la conocí por oídas, mis cuates me habían comentado que esta amiga tenía un prima muy guapa, yo, obviamente, solicite a dicha amiga propiciar un encuentro; así sucedió. Resultó que la cita fue concertada con aprobación visual de Priscila y el encuentro se realizó durante el festejo de cumpleaños de dicha amiga.

Priscila era una niña que hace cuatro años iba a cumplir 16, en el antro, donde se realizó la cita, ella parecía todo menos una quinceañera: era muy bonita, un cuerpo bien desarrollado y tenía una simple y cándida personalidad. Después del primer encuentro quedamos a comer el fin de semana siguiente; mis habilidades de Don Juan fracasaron ese día, pues era evidente que mi sofisticación le resultó más que aburrida. Ya después de la comida en la Condesa, le invité el postre en mi departamento, sucedió que ya en la plática nos besamos, yo como todo un experimentado Don Juan de 21 años procedí a besarla con experimentada pasión; ¡ohh! gran sorpresa, ella me dio el beso más lindo, tierno e infantil que he recibido en toda mi vida; fue una cubetada de agua helada que me devolvió a la realidad de la sutil pero gran diferencia de edades.
Priscila pasó automáticamente a la historia, definí que las niñas no eran para mí.

Pero el nombre de Priscila trascendió; fue en mi primer semestre en el ITAM una noche camino a periférico por el callejón de Río Hondo cuando vi un pequeño gato blanco que maullaba de miedo y hambre, sentí un gran impulso de adoptarlo, pero cuando lo tomé y caminé hasta periférico los sonidos de estruendo de los autos lo espantaron y huyó. Sucedió que el destino nos tenía esperando otra oportunidad, pues dos días después la escena se repitió; esta vez no dudé de encerrarlo en mi mochila hasta llegar a mi departamento en San Pedro de los Pinos.

Ya en casa lo liberé, por miedo huyó rápido a esconderse bajo el refrigerador y ahí estuvo varias horas, hasta que logré sacarlo, averiguar si era gato o gata y cuando lo supe inmediatamente la bauticé con el nombre de Priscila. Todo el mundo me preguntó por qué le puse ese nombre; mi respuesta era evasiva, pues la verdad es que la gata me inspiró una ternura enorme, su miedo, fragilidad y simpleza me recordaron a aquella adolescente que me enseño que los besos pueden ser tiernos, lindos, tímidos e inseguros; por eso le impuse ese nombre, no por una burla, sino homenaje.

La gatosa Priscila era hermosa, pequeña de ojos verdes, pelaje totalmente blanco, nariz y patas rosadas; delgada y frágil del estómago. Priscila fue mi compañera fiel durante un año y medio, se despedía de mi todas las mañanas sentada en el banco que estaba junto a la puerta de salida; me oía llegar antes de que subiera las escaleras y me esperaba en la puerta, en ocasiones me veía por la ventana y después corría a la puerta para recibirme. El amor por mi gata me hizo superar mi larga alergia a los gatos, las primeras semanas fueron difíciles de superar, pero después ya no tuve ningún malestar; fue algo casi mágico.

Priscila era cautiva de mi, no la dejé salir jamás y eso la hacía muy solitaria, lo hacía porque tenía un miedo enorme a perderla. Ella lo acepto con cierto estoicismo; y creamos un bello vínculo; Priscila se adaptó a mis horarios, cuando yo trabajaba en mi escritorio ella corría a sentarse en mis piernas, cuando no estaba se sentaba en mi silla y dormía por horas, en otras ocasiones se sentaba en mi lugar en mi sofá y a la hora de dormir se acurrucaba en mi cabeza durante el verano y en mi estómago en el invierno.

Priscila era fiel a Alicia, ellas dos se llevaban muy bien y tenían un pacto secreto, cuando yo llegaba a invitar a alguien más que no fuera Alicia al departamento, se comportaba huraña y agresiva, no simpatizó con nadie y yo rechacé propuestas amorosas que condicionaban la salida de Priscila de mi vida; Priscila era tierna sólo con mi mamá y Alicia, también con Tzeitel mi hermana, ninguna otra mujer recibió su aprobación.

Priscila huyó por la ventana en una ocasión, fue una semana muy cruel, yo sentí una enorme tristeza de sentirla perdida, no logré encontrarla y ya cuando me resignaba a haberla perdido una noche bajé a comprar algo a la tienda y ella estaba en la puerta esperando. Fue el momento más feliz que había tenido hasta entonces, la abracé con pasión y enojo, la regañé por haberse ido y la cepillé intensamente porque había vuelto gris. Priscila tenía un gato pretendiente, que la visitaba caminando por el tejado hasta la ventana más cercana; ese mismo gato la acompaño esa noche a la puerta de la casa y luego huyó.

La historia con Priscila tuvo un trágico final, justo cuando regresé a vivir a casa de mi mamá, ella enfermó de la piel, una especie de roña, al principio parecía algo sin importancia, la llevé al veterinario y le tuve que hacer unos lavados y aplicar unas cremas, pero empeoró, se rascaba frenéticamente hasta sangrarse, nuevamente el veterinario recomendó un tratamiento, le rapó las partes dañadas y le recetó inyecciones. Yo ejecuté el tratamiento, la cuidé con mucho amor, pero ella empeoró más, las medicinas le afectaron su ya débil estómago y dejó de comer, calló en hipotermia y cuando la volví a llevar al veterinario ya fue muy tarde, aun cuando se le aplicó suero vía intravenosa no logró superar el cuadro; tuvo un paro cardiaco que logró superar; luego empezó la agonía, estuvo varias horas así hasta que finalmente tuvo otro paro, sufría mucho y no quise que la veterinaria le resucitara nuevamente, pues era sólo prolongar su agonía. Priscila murió en mis brazos, en ese instante yo sentí la impotencia más grande de mi vida, rompí en llanto de dolor y frustración, la tomé entre mis manos por última vez y pedí que la cremaran.

Regresé a casa con la jaula vacía, la jaula que de noches era su cama, aguanté el llanto hasta estar en mi recámara y lloré amargamente por horas. Fue muy triste ese momento, le guardé un largo y triste luto, no quise sustituirla por otro gato y la extrañe muy intensamente por meses.

Ese momento lo retomé con reflexión, pensé que sería perder un hijo, me prometí no tener hijos hasta que tuviese dinero más que suficiente para proveerles todos los medios de salud y bienestar. Hoy en día en mi pared de las cosas a no olvidar está la medalla que tiene su nombre, nunca la usó, porque cuando la compré ella ya estaba enferma. Priscila fue un momento de mi vida, una necesidad emocional, un modo de darle un cariño a un ser que no le daba a nadie más, muchas personas, incluida Alicia sentían una especie de celos respecto a Priscila, mi devoción por ese pequeño animal era muy grande. No sé si eso haya sido por una extraña incapacidad para expresarle eso a algún congénere, o porque en ese momento, como ahora, no existía alguien que me inspirara algo tan intenso, bello y tierno como lo hacía Priscila.

Priscila
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12 enero 2005

El vicio

Dentro de la historia del pensamiento universal se encuentran muy distintas corrientes sobre los conceptos de virtud y vicio. Desde los epicúreos y hedonistas; hasta el New Age y el catolicismo mexicano junto con otras muchas y muy diversas corrientes; dentro de ellas se percibe con claridad que a los hombres les preocupa como manejar el placer en su vida cotidiana.

El hombre sufre una terrible dualidad entre su ser racional y su ser animal. La autoconciencia y la autorreflexión nos hacen percatarnos que podemos controlar nuestro instinto primitivo, poseernos y vivir un libre albedrío restringido por nuestra voluntad.

El primer tema es la virtud, ¿qué define esta palabra? La virtud es un comportamiento del hombre que resulta de la reflexión, es decir el hombre es tan virtuoso como su capacidad de elegir entre un modo de vida y otro después de haber definido un su propio parámetro. No es virtuoso aquel que sólo actúa el comportamiento; pues la verdadera virtud es un estado interior que se proyecta en todo lo que se hace. La virtud es un acto de constricción superior, pues implica una renuncia; el hombre virtuoso suele elegir aquello que requiere una fuerte voluntad para doblegar lo instintivo de su ser.

Existen ejemplos muy obvios del placer mundano que el hombre experimenta constantemente; pues es el placer el primer motor del impulso de vida, todos los seres vivos reaccionamos al placer y, en la búsqueda del mismo supervivimos. El instinto en muchos aspectos es placer puro, pues por instinto realizamos las actividades que consideramos básicas como individuos y aun más como especie. El acto de alimentarnos, reproducirnos, procurarnos refugio, etc.; son fundamentales para la vida. La vida individual es posible sin sexo, con un plato de avena y algunos litros de agua se puede vivir por siempre, con un pedazo de piel se puede uno abrigar bajo un árbol. Pero el hombre siempre busca más, más placer, mayor variedad de alimentos y sexo por el placer mismo y no por el afán reproductivo. De un modo u otro el placer es el motor del progreso, la creación de un paraíso hecho por el hombre, no por Dios.

Por el otro lado está la razón, la inteligencia, la auto reflexión. ¿Es el placer bueno? Usando la comida y el sexo como ejemplos, trataré de responder a la pregunta.

Al menos existen tres elementos para abordar el tema: el instinto, la reflexión y el porque racional del acto. Comer es vital, en un sentido instintivo sin alimento se muere, es por eso que el hombre tiende a comer cuanto puede, el cuerpo mismo está diseñado para almacenar energía en forma de grasas; la proclividad del cuerpo a engordar es resultado de proceso evolutivo, mientras más rápido se engorde más eficiente se es en la asimilación de energía. Lo anterior era muy útil cuando el hombre vivía con una inmensa incertidumbre sobre su futuro alimenticio, cuando la dependencia en la caza y la recolección hacía azarosa la existencia de alimentos. En la actualidad somos bastos en comida, si existe el hambre en el mundo no es por falta de capacidad productiva o sequías; sino por cuestiones financieras.

La alimentación ha evolucionado tanto como el hombre, hoy en día podemos encontrar mil variedades de chocolate, pan, carne, frutas y verduras, granos, grasas, etc.; por el arte de la refrigeración podemos disponer en cualquier temporada de cualquier alimento, con los cultivos transgénicos se puede sembrar cualquier cosa en cualquier lugar, pero tanto desarrollo tecnológico no sólo alimenta, sino que la variedad es transformada gula, la exquisitez hace que todo alimento se vuelva deseable.

El acto de comer es entonces no sólo vital, sino también racional, comemos porque lo necesitamos, lo deseamos, lo podemos y lo sofisticamos en la cocina. En el momento de hacer consiente la alimentación se realiza un acto de elección; ¿qué como? La elección puede ser tan golosa e inescrupulosa como la falta de voluntad y el tamaño de la barriga lo permita. Pero entonces al elegir se puede renunciar tanto a la variedad como a la cantidad; para los hombres de nuestra era es deseable y posible; entonces: ¿por qué no nos contenemos? ¿Por qué suele dominar la gula sobre la razón? Si hoy conocemos las consecuencias de la obesidad porque el 60% de la población en México tiene sobrepeso?

La respuesta es simple, por falta de voluntad y de reflexión al actuar. La fuerza de voluntad es una fuerza restrictiva del placer, es un acto de constricción superior, pues se compone de dos elementos: la reflexión sobre el acto realizable y la renuncia al dominio del instinto. Eso es lo que comprendo por virtud, el dominio del ser propio, el autocontrol, el dominio del instinto como consecuencia de la reflexión sobre los actos.

Igualmente pasa con el sexo, en la actualidad la proclividad respecto al sexo como placer puro es algo que domina todo el ambiente, el sexo es una mercancía que se transa sin barreras, las enfermedades de transmisión sexual son prevenibles, igualmente el embarazo. El sexo se puede conseguir en variedad de presentaciones, desde el onanismo hasta las orgías. Los swingers que comparten a sus parejas "estables", la homosexualidad, la prostitución, la pedofilia, etc. Todo lo anterior siempre ha estado presente en la historia del hombre, pero hoy además de presente es mucho más cotidiano, deseable socialmente y aceptado como "normal" (excepto la pedofilia). El sexo por el placer mismo nos distingue del resto de los animales que sólo copulan por el instinto de preservación de sus especies en periodos limitados. Pero el hombre no tiene dicho límite, el sexo sólo por el placer es algo que sólo los hombres disfrutamos.

Pero en la concepción del acto ¿cúando el sexo se transforma en lujuria? Cuando se pierde el control sobre el acto, cuando no es posible la renuncia, cuando se vuelve vicioso, cuando es una adicción. Cualquier variedad de la sexualidad puede ser viciosa, lo que lo distingue del sexo virtuoso no es acto en si, sino la concepción del mismo el "porque".

Quien ha decidido copular porque en ello encuentra un modo de vinculación adicional, realiza sexo virtuoso, quien lo realiza como un acto exclusivo del amor entre dos individuos, también. Quien participa en una orgía por el simple hecho de hacerlo, sin reflexión, está siendo vicioso.

Entonces el vicio está constituido por la falta de una filosofía constitutiva del acto, actuar por actuar es instintivo para todos los seres vivos, pero para el hombre es vicioso, pues el hombre que subyace a su instinto no se autoposee, no tiene dominio de su ser y mucho menos de su mente.

La realidad es inminente, es un abrumadora y puede ser evadida a través de la enajenación; cuando el hombre se aísla de su entorno dentro de alguna actividad viciosa (lujuria, gula, alcoholismo, drogadicción, fumar, ejercicio obsesivo y demás actividades que sólo se realicen a modo de evasión de la realidad) pierde el sentido de realidad, retrocede en su calidad de ser superior a un estado inferior al de los animales, pues en la bestia no existe el vicio, el vicio es exclusivo del hombre.

07 enero 2005

La Isla de los Pájaros

Playa Michigan se encuentra ubicada en el Municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero; forma parte del poblado Tenexpa. Para llegar a ella se toma un taxi o micro en Tecpan para llegar al embarcadero de Tenexpa de ahí se toma una lancha que cruza la laguna hasta la playa. Michigan es un brazo de tierra muy ancho y extenso que divide a la laguna del mar. Dicen los lugareños que originalmente se llamaba la Isla de los Pájaros, pero que hubo un huracán y no quedó ninguno, luego los turistas extranjeros comenzaron a llamarle Michigan.

He estado en Michigan en otras dos ocasiones, en momentos muy distintos de mi vida. Nuevamente regresé, estuve ahí tres deliciosos días, nunca antes había pasado tan buen rato allá, Sin embargo ir a Michigan me hizo darme cuenta de algo, me siento en paz conmigo mismo, tengo muy claro lo que quiero de mí y quien soy, sé quien soy.

El campismo no es una experiencia para cualquiera, se necesita vocación, hace cuatro años mi inexperiencia me hizo ir poco preparado, de suerte llevaba papel higiénico, pues por poco no llevaba ni tienda de campaña, en Michigan no había ni letrinas, uno tenía que hacerle como el Osito Charming versión Hawaiana. En Michigan no hay nada mas que un inmenso océano, una ancha y larguísima playa, una laguna con mucha vegetación y alguna enramadas donde uno puede instalarse si consume comida y bebida ahí.

El platillo típico de Michigan es el huato de mota, seguido del pescado (sierra) asado al ajo o a la diabla, acompañado de unas suculentas tortillas hechas a mano tan gruesas como un hot-cake y frijoles negros en caldo con un sazón muy peculiar, pues el agua con que los guisan tiene residuos de sal del mar; no es que los sazonen con sal de mar, sino que el agua con que los hacen es de la laguna y tiene residuos de sal.

La vida en Michigan transcurre a la velocidad del sol, el día en invierno es muy corto, el sol despunta a las 7:10 y se oculta a las 18:30, uno pierde mucho tiempo en resolver las necesidades básicas: comer, bañarse, ir al baño, apenas queda tiempo para meterse al mar o a la laguna, leer alguna páginas de un libro o simplemente ver el basto horizonte y asolearse.

Los mosquitos y las pulgas pueden ser insoportables, pero no son importantes cuando uno tiene la oportunidad de romper radicalmente con la "civilización", cuando la luz del sol se va, no queda más que la de las lámparas de petróleo y las fogatas, se crea una atmósfera mística, de humo de fogata y carrujo de mota. Es una atmósfera de neblina, densa, olorosa y cachonda. Los músicos sacan sus tambores, las mujeres bailan a rededor de las fogatas, los hombres beben y fuman, juegan cartas o domino y se ríen de nada. Dos horas después aparece la luna en el cielo, ancha y amarillenta, sale tímidamente en el oriente y tarda mucho en llegar al cenit; es una inmensa luz que ilumina toda la playa, es difícil percatarse en la ciudad cuanta luz refleja la luna, es suficiente para lograr ver el piso, el mar, tu bebida predilecta y la cara de quien estes besando.

En Michigan existe el respeto, nadie se mete contigo o con tus cosas, cada quien hace lo que mejor le conviene, es un lugar donde los niños de ocho años venden la mota, donde las mujeres lugareñas son las más trabajadoras, son pocos los hombres que trabajan arduamente, se dedican más a socializar y a dormir; sin embargo son los señores ejidatarios dueños de las palapas. Si uno decide no beber o fumar nadie se inmuta; la noche es larga en murmullos de voces, tamborazos y risas.

Durante ocho meses del año la laguna tiene desembocadura al mar, la barra se abre en a finales de marzo y se cierra en la segunda semana de diciembre aproximadamente. Es un fenómeno muy interesante, pues la marea hace que la arena engruese la barra y la lluvia la adelgaza, cuando la barra se abre la laguna se limpia de sedimentos, en la desembocadura se puede sentir una fuerte corriente de agua dulce que sale en el día y una de agua salada que entra en la noche. En esta ocasión la barra se cerró desde noviembre, los lugareños estaban sorprendidos y yo por fin puede cruzar hasta el otro lado, caminé como 10km hasta el siguiente poblado que se llama Boca Chica, es un pueblo de pescadores, donde se comen excelentes cócteles, a un bajo precio, y otros pescados, en general es mucho más barato que Michigan y también tiene palapas para los campistas, pero también tiene luz eléctrica, música, gente que va y viene en lanchas, casas, es un poblado. Michigan es el despoblado.

Para los que somos peripatéticos es muy agradable caminar por la larga playa, ya sea e día o de noche invita a la reflexión, sentir la brisa del mar mientras se come, oler la comida recién hecha y beber una cerveza bien fría en la tarde hace que el paseo sea una experiencia totalmente distinta a ir a cualquier centro vacacional. Hay quienes van a Michigan por tener vacaciones baratas, hay quienes van por fumar mota y beber mucha cerveza, hay quienes vamos por disfrutar de la ausencia de civilización, por encontrar un espacio silencioso donde podamos escuchar con claridad nuestros pensamientos.