27 mayo 2007

La paja en el ojo ajeno

La gente usualmente vive y ve hacía afuera, toma nota de los sucesos que acontecen a su alrededor, hace críticas puntuales o superficiales según su agudeza y generalmente es indulgente hacia su propia persona.

El perfil es algo que sólo se percibe desde afuera, nadie puede ver su propia silueta y tener presente como el resto del mundo lo ve. Esto hace que la autocrítica sea un proceso que pocas veces puede realizarse honesta y profundamente, en parte también es un modo de auto protegernos del dolor que nos podemos causar al desenmascarar nuestras propias flaquezas o errores. Sin embargo cuando los otros se refieren a nuestra persona solemos sentir que no tienen "toda la información" que hay cosas que sólo nosotros conocemos y por lo tanto la opinión de los otros no es válida.

Sin embargo los "otros" saben cosas que uno no sabe de sí mismo y es la percepción que el resto del mundo tiene de nuestros actos. El individuo no sólo se define de modo intimo, sino también se define por el trato y el entorno que los demás le delimitan. Uno es en sí pero también se es en función de los otros.

Escuchar sistemáticamente a los otros e interpretar sus opiniones respecto a uno, es un primer paso para conocernos a nosotros mismos. El contexto en el que dichas opiniones se sitúan y como esto le genera a los demás un concepto de quienes somos, define en gran parte quien se es. Aquellos que no escuchan a los demás carecen de un espejo donde reflejarse, es decir jamás conocerán su propio perfil.

20 mayo 2007

La crisis de los veinte

Alguna vez en una conferencia, en la Fundación TELMEX, Enrique Krauze afirmó que estar en los veinte era el momento para ensayar y cometer errores en la vida. Pues pasado ese momento de la primera juventud sólo se deben cometer aciertos; dado que no habrá en el futuro de nuestras vidas una nueva oportunidad de equivocarnos tranquilamente. Tal vez en la juventud de Krauze esto fue muy cierto, porque los ensayos eran mucho menores cuando los horizontes, aunque difíciles de alcanzar, eran definidos y visibles; ahora me parece son mayores los escenarios a vislumbrar en la vida y el mundo actual el futuro es más incierto que antes.

En el amor todos se equivocan; antes las relaciones tenían un marco más definido y sensato, o tenías novia o no; ahora, debo confesar que ya he pasado por los convenios más exóticos en lo que refiere a relaciones románticas, lo cual exige que uno tenga más recursos emocionales para solventar las encrucijadas que aparecen en la vida. Un noviazgo largo ya no lleva a un matrimonio, vivir en pareja no es estar en unión libre y tener sexo llega a ser tan trivial como tomar café o ir al cine con una amiga recién conocida.

Es por ello que todos se equivoca, se equivocan los que tienen relaciones largas y estables porque no han conocido otras opciones, se equivocan los que luchan por un sólo amor cuando el mercado es de competencia perfecta, se equivocan los promiscuos porque banalizan algo que debiera ser exclusivo y especial; todos nos equivocamos incluso los que probamos de todo porque al final nos quedamos con la duda respecto a cual fue la mejor opción; tal vez no la existe, porque fueron sólo ensayos.

Alguna vez el Dr. Konzevik me dijo que en mi vida laboral, en promedio, cambiaría 3 o 4 veces de profesión, se equivocó, he cambiado ya tres veces sin haberme titulado de ninguna todavía, es decir muy probablemente serán más de las que predijo. La ventaja es que ahora sé hacer cosas de más de una rama del conocimiento, la desventaja es que no soy especialista en nada, lo cual repercute en mi ingreso. Sin embargo puede ser que no me haya equivocado, pues de ser cierta la predicción de mi futurólogo favorito los todólogos tendremos una misión muy importante en el futuro, integrar el conocimiento. Es decir en este tema también todos se equivocan, los que se convierten en especialistas antes de los treinta cuando su especialidad será obsoleta antes de que cumplan 35, los todólogos porque no verán capitalizado su esfuerzo antes de los 35 y los que se dedicaron a la vida bohemia también cometieron un error porque nadie estará dispuesto a darles un peso por hacer nada.

La vida es de ensayo y error, pero llega un momento en el cual si los errores son muchos, la vida se convierte en un caos. ¿Cómo encontrar el punto de equilibrio en un mundo donde los horizontes son tan difusos? Los jóvenes del 68 ahora son hombres cercanos a los 60 años y su mayor preocupación es respecto a sus pensiones de jubilación; para los jóvenes de inicio de este milenio nuestra mayor preocupación es cómo definir un horizonte claro en un mundo tan cambiante. ¿Acaso tendremos que dejar este asunto en manos de la probabilidad y la estadística apuntando a un multiobjetivo y disparando con una escopeta con la esperanza de minimizar los máximos riesgos?

Si es así todos estamos equivocados y nos seguiremos equivocando.

13 mayo 2007

Confianza

El modo en que se construyen los vínculos interpersonales ha sido tema de muchas investigaciones, desde los casos más conocidos como el de Fukuyama hasta otros que sólo se publican en journals especializados. La teoría del capital social, la de la firma, el contrato, etc.; han llevado a tesis doctórales y premios Nobel; conclusión es un tema extenso y de muchas teorías y cavilaciones. ¿Por qué es importante?

El hombre no es predecible ni confiable en un 100%, es decir, los demás no pueden simplemente confiar en el otro, tanto en vínculos materiales (negocios) o emocionales (personales). He aquí un digno caso cuando el Padrino (de Mario Puzo) afirma que todos los negocios son personales. Es decir aun cuando existe un vínculo institucional los hombres percibimos los actos de los otros como personales.

¿De que deriva la desconfianza? De la avaricia, sin contar la incertidumbre derivada de factores no humanos, el potencial de fraude es consecuencia de la incapacidad del hombre de asumir plenamente los costos de oportunidad derivados de cada una de sus decisiones. Un ejemplo básico es la infidelidad, codiciar el afecto, pasión, etc. de alguien más cuando uno se encuentra comprometido, es una condición humana muy común. Sin embargo el decidir no actuar en consecuencia del primer impulso es un acto poco frecuente entre los individuos, por ello en los contratos se establecen costos (cargos, penas, multas, etc.) que se aplican cuando no se cumple el acuerdo; la infidelidad es causal de divorcio y no hay divorcio barato.

Sin embargo la fe en el otro es descartada en automático como medio de lealtad y garantía de compromiso. Los hombres no solemos creer en los otros sino existe un contrato de por medio. Los actos de fe implican un alto riesgo, pero ¿acaso no deberíamos actuar de fe, cuando menos, en lo que se refiere a vínculos románticos? Ello no implica que no existan normas y sanciones en los acuerdos, pero la clave no radica en los mecanismos de control, sino en las garantías y estas nunca son certeras, por lo tanto, la fe es la regla de los vínculos personales.

10 mayo 2007

Libertad y voluntad

Decidir es renunciar, en la magnitud de la renuncia se encuentra la trascendencia de la decisión. Sin embargo la libertad para decidir suele estar acotada, por las normas sociales, morales, éticas, restricciones presupuestales, temporales, etc. En la disyuntiva se ubica, en primer plano, el deber y el querer simultáneamente. El deseo por saciar los impulsos apremia de tal manera que por no ser seres voluptuosos nos imponemos un conjunto de normas para poder decidir dentro de un margen socialmente aceptable; es decir acotamos nuestra libertad.

Empero existiría un modo de autogobierno que no fuese función de aquello que colectiva o supremamente consideramos bueno o aceptable. Este sería el caso de ejercer la ética por voluntad, circunstancia que no es fácil de realizar, porque la voluntad, cuando es propia, implica asumir plenamente todas las restricciones como inherentes a la misma decisión, esto es que todos los costos personales se asumen con responsabilidad (esto es la culpa para algunos).

Cuando se decide sobre algo y no existen alternativas la psique hace un distingo muy parcial y asume que la consecuencia es cuestión de las circunstancias y no del actuar del individuo. Es en el momento en el cual la voluntad se ejerce cuando el individuo alcanza la plenitud de su madurez y es capaz de asumir con total responsabilidad su libertad. Sólo se es libre en tanto se renuncia por voluntad.

06 mayo 2007

FOTO por FOTO

20,000 personas desnudas en una de las plazas más grandes del mundo, un record que muy probablemente sólo pudo ser roto en México. Tunik seguramente no esperaba que su poder de convocatoria fuese tan grande en esta ciudad; los cálculos previos estimaban siete mil personas a lo mas; una cifra que no hubiera logrado tapizar el zócalo del modo en que lo estuvo.

Sin embargo... ¡¡¡...esa foto es espuria...!!! Si, una vez más los mexicanos fuimos timados y no se respetó nuestro derecho a ejercer el desnudo libremente. Los privilegiados (abusivos madrugadores), que llegaron una hora antes de la cita, tuvieron la oportunidad de mostrar sus pudendas partes e inmortalizarlas en este acto que excluyó a no menos de dos mil personas entre las que me encontraba.

Sin embargo la nota tras bambalinas no es menos significativa de lo que fue la gran foto en sí; pues con los formatos de registro en mano alzada y a grito unánime las voces exigían que su derecho al desnudo, la sensación no era distinta a otro tipo de reclamos sociales, el rencor y la frustración que si bien eran emociones legítimas tal vez no estaban contextualizadas correctamente. Pues reclamar con dicho fervor el acceso a un acto colectivo de arte no es equivalente a reclamar elecciones limpias, ni alza de salarios o baja de precios; efectivamente el arte implicaba un mínimo nivel de sensibilidad y el estar consciente que una entrada sin control hubiera hecho fracasar el intento del artista.

Entonces, ¿por qué estamos tan frustrados? Esta sensación ¿será acaso un síntoma ya tan común que la necesidad de expresarlo simplemente explota en el instante en que una gota más derrama todo el vaso? Probablemente si, pues este acto convocado por un artista extranjero, cuya minuciosidad debía ser bien ejecutada, generó el mismo malestar que aquellos actos en los cuales una autoridad abusa o expone al público un abuso.

O todos o ninguno. Foto por foto, desnudo por desnudo. Las frases son ¿sátira o remembranza? La idea de igualdad que trata Tunik de transmitir con sus fotos es más una necesidad natural que una condición ideal; pues el hecho de considerar privilegiados a unos y excluidos a otros es simplemente un reflejo de nuestra cotidianeidad; los desnudos en el Zócalo sólo fueron privilegiados en función de capacidad de madrugar, los otros excluidos por su impuntualidad; empero todos los excluidos genuinamente sintieron un nivel mínimo de rabia que los llevó a intentar dar portazo, derribar algunas barricadas y a realizar intentos de desnudo colectivo en las calles aledañas. La falta de previsión de las autoridades de seguridad pública fue obvia, ¿porque no esperaban tal afluencia o porque no pensaron que la frustración se manifestara así?

El arte es un modo de transmitir emociones, contextos, ideales o circunstancias que el artista logra sublimar de tal modo que son fácilmente perceptibles por quién admira la obra en cuestión. Entonces está claro que como mexicanos nos urge que el arte exprese está ira y frustración que continua acumulándose por el simple hecho de no ser iguales y estar siendo sistemáticamente excluidos de privilegios fundamentales o superiores. La igualdad no es un ideal, es una necesidad humana.