19 septiembre 2007

La que te toca...?

Continuamente suelo sentirme un ser sumamente afortunado, a lo largo de mi vida no he sufrido carencias mayores, mis necesidades básicas siempre han estado satisfechas, he vivido bellos momentos, momentos de amor, de dicha, de pasión, felicidad, triunfo y distintas satisfacciones que me hacen pensar que mi vida ha sido más que sencilla; principalmente cuando me comparo con las millones de personas que continuamente sufren carencias de todo tipo.

Sin embargo en mi perspectiva uno puede vivir más de una vida posible, la que nos toca por el lugar y la posición en la que nacemos y vivimos nuestros primeros años: ir a la escuela que eligen nuestros padres, tener como amigos a las personas cercanas, ligar con la chica que va en tu salón... de la primaria a la secundaria, luego la prepa y con suerte la universidad. Encontrar un “buen” trabajo, comprarte un casa, un coche... pagar las deudas y los intereses, tener hijos y educarlos, llegar a viejo siendo panzón y maduro. Consentir a tus nietos a poyar a tus hijos cuando ya son hombres; preocuparte por que la pensión te alcance y que el colesterol no te mate pronto, hacer tu testamento en orden y pensar que tal vez mañana ya no despiertes. Sentirte satisfecho con lo que viviste y sentir que... que hiciste algo... que ahí esta tu familia para probarlo... sin embargo... esa fue la vida que te tocó.

También pudiste ser miserable, nacer en la calle, sufrir del abuso, nunca haber estudiado, trabajar de niño, ser violado y pateado, tener hambre y sufrir de la enfermedad, drogarte para no sentir lo duro del clima y tratar así, por un momento, olvidar que el mundo existe. Soñar con una cama y dormir en la banqueta; morir en una riña, en un asalto o de una infección que pudo resolverse con agua y jabón. Ni modo... esa es la vida que te tocó.

Cómo explicar que no importa que vida te toque, si aun cuando es más sencillo escoger cuando hay alternativas, también (quiero creer) se puede cuando no las hay. Sé que es más duro no conformarse con pensar que un buen empleo es la solución a la vida, que los verdaderos sueños no se pagan a meses sin intereses y que cuando no eres como el promedio, lo difícil es vivir contra corriente. Es muy sencillo asimilarse en la vida que te toca, admiro a las personas (principalmente son mujeres) que han tenido el valor de escoger sus propias vidas, de decidir hacer las cosas que realmente querían. De vivir contra la corriente y llegar tan lejos como sus sueños; he tenido la fortuna de compartir mi vida con varias personas que así viven, que a pesar de haberles tocado un tipo de vida, decidieron elegir otra, la que quieren y se merecen; no que la pueden, ni la que les toca. ¿Tú que vida vives la que quieres o la que puedes?

Aqui unas lineas de una película que espero identifiquen

Choose life.
Choose a job.
Choose a career.
Choose a family.
Choose a fucking big television.
Choose washing machines, cars, compact disc players and electrical tin openers.
Choose good health, low cholesterol, and dental insurance.
Choose fixed interest mortgage repayments.
Choose a starter home.
Choose your friends.
Choose leisurewear and matching fabrics.
Choose DIY and wondering who the fuck you are on a Sunday morning.
Choose sitting on that couch watching mind-numbing, spirit crushing game shows, stuffing junk food into your mouth.
Choose rotting away at the end of it all, pishing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked up brats you spawned to replace yourself.
Choose a future.
Choose life...
"Choose life. Choose your future"

02 septiembre 2007

La infidelidad

"…what you feel only matters to you, it’s what you do to the people you say you love; that's what really matters, its the only thing that counts!…"

Tal vez es que mi vida ha estado marcada por este “tema”, cómo explicar la sensación que me produce el saber una “eventualidad” de esas en la vida propia o en la vida de alguien cercano. Podría decir que conforme he “crecido” mi perspectiva de esto ha cambiado, originalmente aceptaba que un simple acostón o un apasionante beso con alguien más que no fuese mi pareja (o la de alguien más) era intrascendente; justificaba que había más afecto en un apretón de manos que en una fugaz aventura.

Hoy pienso que el infiel es en sí un ser sumamente corrupto y egoísta, porque al actuar de dicho modo no piensa en como la vida de su pareja puede ser trastornada seriamente; el infiel tiende a ser muy permisivo con sí mismo, pues asume que la importancia de dicha eventualidad no es relevante para su propia vida. Sin embargo, dicho argumento tiene la perspectiva equivocada; pues no es importante que tan significativo es para uno dicha circunstancia, sino en la perspectiva correcta se debe asumir la consecuencia de los actos propios en las emociones y la vida de ese alguien especial que se dice querer o amar.

No sólo es corrupto quien tiene pareja y comete infidelidad, también lo es el cómplice cuando es de su conocimiento los compromisos y deberes del otro. Residualmente el infiel es un ser muy débil, pues a falta de la capacidad de autorestricción se corrompe en la tentación de la infidelidad. Pueden existir varios motivos que lleven a una persona a cometer infidelidad: una relación vigente desgastada, falta de intimidad con la pareja, falta de comunicación, falta de novedad o agotamiento romántico o sexual, etc., etc.; sin embargo no justifican la ausencia de carácter para resolver la vida de un modo correcto.

Creo la solvencia moral y la fuerza de carácter son fácilmente demostrables en dicha faceta de las personas, la fidelidad en la pareja, la lealtad entre amigos, la ética profesional y los valores sólo son reales cuando demostrables; el que le es infiel a su pareja traicionará a sus amigos y comprometerá su profesión. Tal vez hay grados para cada circunstancia, pero es simple si eres infiel eres corrupto y tu ética y lealtad también tendrán precio.