15 enero 2007

El valor de un peso

Generalmente, para los que estamos más familiarizados con el uso cotidiano del ciertas tecnologías y comodidades suele pasar por desapercibido el valor del dinero cuando este es contabilizado en “pequeños” montos. Me explico, para el ojo poco observador ver a una persona en la calle esperando el transporte público y a esta dejando pasar el primer microbús disponible es porque seguramente se dirige a otro destino; para aquellos que conocemos las rutas sabemos que esa persona espera el autobús RTP (subsidiado por el gobierno local). Sin embargo la diferencia entre uno y otro no suele ser tan “grande” a lo más es de dos pesos, generalmente sólo $1.50; esto indica que hay una gran cantidad de gente para quienes gastar unos cuantos pesos más en su transporte es más caro que esperar varios minutos más.

Versa el dicho “... cuida los centavos, que los pesos se cuidan solos...” empero los pesos en la actualidad no compran mucho, pues después de la grandes devaluaciones de los años ochenta del siglo pasado, el peso perdió su poder de compra, un estudio que realicé hace poco muestra que el poder de compra de un peso (en su equivalencia de viejos a nuevos pesos) de 1982 no volvió a restaurarse hasta el año 2005, es decir lo que un peso de 1982 compraba en aquel año, no volvió a ser asequible hasta el 2005, sin embargo un peso del 2005 son mil de 1982 (recuérdese que el 1 de enero de 1993 la denominación cambió a nuevos pesos donde $1,000=N$1).

Ahora que es tema la súbita alza en el precio de las tortillas de maíz, cabe la pregunta ¿son caras? La respuesta es, depende para quien, muchos al igual que yo ni siquiera las consumimos con frecuencia, las hemos sustituido casi o totalmente por pan, tortilla de trigo, pan árabe u otro alimento similar, sólo las consumimos cuando comemos en la taquería de confianza. Pero para aquellos que se ahorran un peso en el transporte, quienes ganan menos de $3,000 pesos al mes, es decir el 65% de la población, si lo son. Cabe recordar que el salario promedio de los trabajadores adscritos al IMSS es $200 por día laborado, es decir, poco más de $4,000 al mes.

Sin embargo la óptica de análisis del problema me parece equivocada, porque no se trata de impedir que el precio de la tortilla aumente, sino de mejorar el nivel salarial del grueso de la población, si bien el mundo en general es pobre, existen unos cuantos mecanismos a través de los cuales se podría incrementar el bienestar de la población. Si realmente los hombres del dinero quieren evitar que la “izquierda” llegue al poder, deben buscar los medios para aumentar la riqueza del país, no sólo se trata de redistribuir, sino de acrecentar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un interesante punto de vista de un economista, me parece acertado el razonamiento Cómo un peso puede tener diferente valor para cada quien. Cortito pero bien