22 enero 2007

La opinión pública, un imaginario mesurable

Las sociedades son un modo en que el hombre a logrado coexistir y sumar sus preferencias para ordenar economías que le permitan la subsistencia. Ello entonces permite suponer que existe un código compartido y común, intrínseco a cada sociedad y que este es susceptible a los cambios que suelen acontecer. Aun mas el código es un subconjunto de un marco de referencia más amplio construido a partir de valores, creencias y conocimientos; de este marco se deriva la opinión, que es el juicio que se aplica a los sucesos e ideas que forman parte de la vida.

Sin embargo el tratar de comprender qué es la opinión publica, puede obedecer más a una construcción imaginaria que a un común denominador entre todos los integrantes de una sociedad moderna. Dado que los sociedades actuales son muy extensas y agrupan diversidad de preferencias, los imaginarios colectivos como “patria” pueden tener un significado muy distintos dependiendo a quién dentro de una misma sociedad se le pregunte.

Es entonces que la opinión pública también es un imaginario en el cual se asume que ésta representa a un mismo “todo” en el cual cada quien se expresa respecto a sus propios marcos de referencia. Si bien un tema en común puede suscitar una reacción colectiva, ello no implica que esto sea una opinión colectiva, pues en ello habría que argumentar que el marco de referencia en común se expresa a través de la medida que se pueda realizar del agregado de las opiniones individuales, pues el único acercamiento que se tiene al todo es la suma ponderada de sus partes.

No existe entonces una opinión pública como la expresión de un cuerpo unificado, lo que existe es la medida de las opiniones individuales que puede ser representativa cuando ésta se realiza seleccionando los casos individuales más típicos.

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